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10 de febrero de 2025

El elemento natural que ayuda a combatir las olas de calor en las ciudades

Un estudio internacional comprobó su efecto en los ambientes urbanos para mitigar el sobrecalentamiento que generan las estructuras de hormigón y asfalto. Una herramienta simple y efectiva que redefine la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias

>Con la alta concentración de infraestructuras de hormigón, asfalto y techos, el impacto de lasFrente a este panorama, los Esas olas de calor son fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático que sufre el planeta inducido por actividades humanas.

Una de las evidencias más recientes del enfriamiento que brindan los árboles fue publicada en la revista Usaron una meta-revisión de 182 estudios realizados desde 2010, siguiendo las directrices PRISMA. Luego, cuantificaron cómo los árboles urbanos mitigan las temperaturas en 110 ciudades, representando 17 tipos climáticos.

En el 83 % de las ciudades analizadas, los árboles lograron disminuir las temperaturas máximas mensuales por debajo de los 26 grados.

También detectaron que los efectos de enfriamiento son mayores durante el día y pueden reducirse durante la noche debido al cierre de las hojas o la retención de radiación de onda larga bajo el follaje.

En diálogo con Infobae, Karina Jensen, doctora en arquitectura y urbanismo y científica del Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente construido, dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, comentó: “Los árboles son clave en las ciudades hoy en el contexto de la adaptación al cambio climático. Se deben plantar más árboles y elegir las especies nativas que permiten regenerar la biodiversidad y atraer la fauna local”.

Se debe considerar el riego de los árboles para que ayuden a reducir el efecto de la isla de calor. “Además, en cada ciudad se deben aumentar los espacios verdes con vegetación diversa. No solo se deben plantar árboles sino también arbustos y herbáceas”, señaló la investigadora.

La poda debe ser en el momento adecuado, con técnicas correctas y el control de plagas que ayudan a que la vegetación se mantenga en buen estado fitosanitario.

Junto con Mariana Birche, la doctora Jensen realizó una encuesta en la que se detectó que la comunidad percibe múltiples beneficios de los árboles y espacios verdes en áreas urbanas.

La población encuestada mostró una marcada preferencia por los espacios arbolados debido a su capacidad para generar sombra, reducir la sensación térmica y proporcionar una estética agradable. Una de las respuestas obtenidas durante el análisis enfatizó: “Sombra a la hora de circular por la ciudad. En verano los lugares sin árboles son infernales”.

Además, los participantes destacaron que las calles con arbolado y separadores verdes son más agradables para caminar y socializar. Las asociaron con una mayor comodidad y un diseño pensado para el peatón.

Gregory Moore, investigador asociado en la Universidad de Melbourne, Australia, escribió en un artículo en The Conversation: “los árboles y los espacios verdes pueden reducir las temperaturas urbanas, pero deben tener acceso al agua del suelo para lograr estos efectos de enfriamiento masivo”.

Durante las olas de calor, los suelos secos pueden limitar la capacidad de enfriamiento de los árboles. Por eso, Moore sugirió “regar los árboles temprano en la mañana”. Esto maximiza su impacto en la mitigación del calor urbano.

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