18 de diciembre de 2024
Quedó tetrapléjico por un tackle peligroso y pide que el infractor vaya preso: “Quiso vengarse”
Mathias Dantin se presentó ante la Justicia para solicitar una pena de cárcel contra el acusado. “Todavía no me ha pedido perdón. Ahora mi objetivo ya no es perdonar”, aseguró
Mathias remarcó en el estrado que, bajo su mirada, “pretendía causar daño con este gesto, demostrar su superioridad en el juego porque también jugaba a nivel de club, pero su comportamiento agresivo no tiene cabida en un campo de rugby”. Este tipo de encuentros intercolegiales están organizados por la UNSS (Unión Nacional del Deporte Escolar) y son arbitrados por los profesores de educación física de los establecimientos o los propios estudiantes.
Philibert, acusado de violencia voluntaria que provocó una discapacidad permanente, aseguró: “No tuve conciencia en el momento de que era peligroso”. Él reconoció su responsabilidad, aunque lo matizó: “Hice un placaje regular que tuvo consecuencias trágicas pero no fue a destiempo, estoy convencido de que Mathias aún tenía el balón en la mano”.“Lo agarré a la altura de las caderas, de la cintura, pero tal vez mi movimiento no estaba controlado. Me acusaron de haberlo hecho intencionadamente pero no lo acepto, no tuve conciencia en el momento de que era peligroso. Hubo una falta de control”, aseguró. Actualmente, vive en Toulouse y estudia cuestiones ligadas al negocio digital.El fiscal definió al gesto como “muy deliberado, una entrada catedralicia, un gesto prohibido de extrema gravedad, y el hecho de voltear a Mathias fue deliberado. No hubo falta de control, sino una intención deliberada”.
El padre del denunciante, Jérome Dantin, recuerda cada momento del instante que presenció y le cambió la vida a su hijo: “Veo todas las noches la escena del tackle, no necesito ver el video. Hoy, yo soy Mathias, soy sus brazos, soy sus piernas y quiero que mi hijo pueda tener una vida tan buena como antes de este drama”. El joven toma 15 comprimidos al día, necesita ayuda para orinar, no puede leer un libro solo o levantar su teléfono si se cae. Así lo ilustra: “De repente me encontré en el cuerpo de otra persona. Soy un adulto con las capacidades de un bebé al que hay que ayudar a comer, a hacer sus necesidades”.Mathias, que estudia Derecho en una universidad de Toulouse, expresó que nunca recibió un mensaje de disculpas: “Hoy, dos años después, todavía no me ha pedido perdón. Ahora mi objetivo ya no es perdonar”. Asiste a distintas escuelas o clubes de rugby para contar su historia y dejar claro que ser discapacitado “no quita la dignidad humana”.Ellos viven por y para él. “
COMPARTIR: