9 de diciembre de 2024
Opositores en el exilio y rebeldes sirios comenzaron a diagramar el período de transición tras la caída de Al Assad
La Coalición Nacional Siria y el Gobierno de Salvación Nacional empezaron a trazar las líneas de un futuro político para el país luego del derrocamiento del dictador
Este domingo, el presidente de la CNS, Hadi al Bahra, ha propuesto un período de transición de 18 meses en el país, incluidos seis meses para redactar una nueva Constitución. Al Bahra también ha recomendado la “ampliación de la coalición que dirige” para recabar apoyos dentro de Siria, teniendo en cuenta que la CNS está reconocida por EEUU y sus aliados pero su respaldo dentro del país es muy limitado (sobre todo en la comunidad kurda, que considera a la coalición un instrumento de Turquía, su enemigo declarado).
El llamado Gobierno de Salvación, la extensión política de los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham, se ha pronunciado casi exactamente en los mismos términos a pesar de la rivalidad que enfrenta a ambos grupos. En un comunicado nada más anunciar la presencia de sus fuerzas en la capital, Damasco, el Gobierno de Salvación ha prometido que “la nueva Siria será un Estado de Derecho que garantice dignidad, justicia e instituciones que reflejen las aspiraciones del pueblo sirio”.
“La liberación de Siria representa el comienzo de una nueva fase de reforma económica. Estableceremos prioridades para desarrollar sectores vitales, crear oportunidades de empleo y fomentar las inversiones nacionales e internacionales”, ha indicado.El líder del HTS, Abú Mohamed al Golani, ha abundado en estas ideas durante su paseo triunfal de este domingo por Damasco, que ha culminado en la gran mezquita de los Omeyas, en pleno centro de la ciudad y considerado como el cuarto sitio más importante para el islamismo tras las mezquitas de la Meca y Medina (Arabia Saudí) y la Cúpula de la Roca de Jerusalén.
El líder yihadista, objeto de las suspicacias internacionales dada la proximidad de la organización, en sus orígenes, a la red terrorista Al Qaeda, aprovechó para acusar a Al Assad de haber convertido a Siria en “una finca para las ambiciones iraníes” -el HTS es un grupo suní, rival de la república islámica chií, aliada estratégica de Al Assad- y de propagar “el sectarismo y la corrupción”.
(Con información de EP)