6 de noviembre de 2024
La película de terror protagonizada por Demi Moore que prometía ser un éxito y fracasó rotundamente en los 90
Basada en una experiencia personal, la historia no alcanzó el éxito esperado y sacudió la carrera de su creador
El fracaso de Nothing but Trouble coincidió con el desastroso desempeño de otra gran producción de Warner Bros., The Bonfire of the Vanities, de Brian De Palma. Ambas películas representaban, en muchos sentidos, un exceso y una falta de control en la era de finales de los 80.
Mientras que Nothing but Trouble exploraba el absurdo y el terror cómico, The Bonfire of the Vanities intentaba ser un drama de prestigio, pero falló estrepitosamente. Ambas terminaron como “migrañas bicosteras” para el departamento de contabilidad de WB, que luchaba por minimizar las pérdidas de dos proyectos fallidos al mismo tiempo. La confianza del estudio en sus estrellas y en el potencial de una gran producción resultó ser una apuesta que falló en ambos casos, llevándolos a pérdidas considerables y a reflexionar sobre su política de inversión de la época.En palabras de los críticos, se convirtió en una “calamidad amarga” que, al mirarla con perspectiva, ofrece una extraña fascinación y una visión surrealista de la comedia de terror. Los defensores de la película argumentan que, a pesar de no ser “estrictamente buena”, tiene el mérito de ser cualquier cosa menos ordinaria.
Aykroyd alguna vez escribió una carta a todos los involucrados en el proyecto, asumiendo toda la responsabilidad y las críticas por los daños a sus carreras, en un acto de humildad inusual en Hollywood. Así, Nothing but Trouble se convirtió en una obra incomprendida que, con su extravagancia y su elenco de alto perfil, es una reliquia de un momento en el que los estudios tomaban riesgos desmedidos.