4 de noviembre de 2024
Mientras Luis Arce cumple cuatro años en el poder, boicots del ‘evismo’ y bloqueos desafían la estabilidad política en Bolivia
La división en el oficialismo y la situación económica acentúan la presión sobre el gobierno, que intenta recuperar el control de las rutas bloqueadas por seguidores de Evo Morales
“Estos factores internos y externos nos están asfixiando y, obviamente, tienen nombre y apellido”, sentenció Alcón.
Al margen de los problemas económicos que vive el país andino, este año la división interna del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se agudizó con denuncias contra Morales por delitos como violación y estupro, y contra Arce por abuso de poder, entre otros.
El ex presidente pidió el viernes a sus sectores una pausa en los bloqueos de carreteras y se declaró en huelga de hambre para “evitar un derramamiento de sangre” y para forzar un diálogo con el Gobierno, aunque varios de los movimientos sociales afines a él mantuvieron la medida de presión.Mientras tanto, la policía boliviana comenzó el lunes a despejar una importante ruta que conecta el país. El gobierno confirmó que uno de los tres regimientos militares “tomados” en el centro del país por simpatizantes del exmandatario permanece bajo su control.“Hay un cuartel que sigue tomado. En los otros estamos realizando un inventario de las armas al interior de los cuarteles”, añadió del Castillo.
Tras ellos, decenas de camiones y vehículos varados por varios días esperaban reanudar su viaje, según imágenes en directo de varios canales de televisión.
Al cumplirse su tercer día de huelga, Morales insistió con su convocatoria al diálogo para evitar violencia. “¡Es urgente buscar la paz con justicia social!”, publicó en sus redes.Morales se encuentra atrincherado en el Trópico de Cochabamba, en la provincia del Chapare, desde hace 22 días ante la posibilidad de que emitan una orden de captura en su contra por los procesos de trata de personas y estupro.
Arce y Morales están distanciados desde 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la directiva nacional del MAS y elegir al candidato oficialista para las elecciones del próximo año.