7 de octubre de 2024
De los ríos a la agricultura: cómo impactó en el mundo el año más seco en tres décadas
Los detalló la Organización Meteorológica Mundial. Qué relación tiene este fenómeno con el cambio climático y qué advirtieron los expertos sobre los glaciares
La científica argentina Celeste Saulo, quien ocupa el cargo de secretaria general de la OMM, explicó que los recursos hídricos son un indicador crítico del cambio climático.
Asimismo, desde la organización mundial se promueve que haya un mejor monitoreo e intercambio de datos para mejorar la gestión de los recursos hídricos.
El informe también señaló que en 2023, vastas regiones de América sufrieron graves sequías, que afectaron los niveles de descarga fluvial en cuencas como las del Misisipi y el Amazonas. En contraste, algunas áreas de África Oriental y Oceanía experimentaron descargas e inundaciones por encima de lo normal.El informe también aborda los niveles de agua subterránea, que han mostrado variaciones significativas. En Sudáfrica, la mayoría de los pozos presentaron niveles por encima de lo normal, mientras que en América del Norte y Europa se observó un notable agotamiento debido a la sequía prolongada.
La humedad del suelo y la evapotranspiración también han sido afectadas, con niveles de humedad por debajo de lo normal en vastas áreas del mundo, especialmente en América del Norte y América del Sur. En contraste, regiones como Alaska y el noreste de Canadá presentaron niveles de humedad superiores a lo normal.En cambio, en algunas regiones, como Alaska, el noreste de Canadá, India, zonas de Rusia, zonas de Australia y Nueva Zelandia, se observaron niveles de humedad del suelo muy por encima de lo normal.
La OMM enfatizó en la importancia de mejorar la calidad y el acceso a los datos para realizar la vigilancia y predicción de los peligros relacionados con el agua, en línea con la iniciativa mundial que se conoce como “Alertas Tempranas para Todos”.Según los datos preliminares de septiembre de 2022 a agosto de 2023, los glaciares perdieron más de 600 gigatoneladas de agua, la mayor pérdida registrada en 50 años de observaciones. Esta grave pérdida se debe principalmente al deshielo extremo ocurrido en el oeste de América del Norte y los Alpes europeos, donde los glaciares suizos perdieron cerca del 10% del volumen que les quedaba en los dos últimos años.
La capa de nieve presente en el hemisferio norte disminuyó a finales de la primavera y en el verano, de modo que en mayo de 2023, la extensión de esa capa de nieve fue la octava más baja registrada (1967-2023). En América del Norte, la capa de nieve correspondiente a mayo fue la más baja del mismo período.