A once años de la tragedia que en 2004 sacudió al país entero y destapó una red política de corrupción, irregularidades estatales e irresponsabilidades en cadena, el ex líder de Callejeros Patricio "Pato" Fontanet volvió a asegurar que es inocente y afirmó que espera –junto al resto de los músicos- saber si esta vez será absuelto o deberá volver a la cárcel. En diálogo con Infobae, adelantó además que, más allá de lo que resuelva la Cámara de Casación, "van a seguir la discusión" porque "Cromañón no termina acá".

A Fontanet se lo escucha tranquilo y hasta él mismo reconoce estar mucho mejor que hace unos años gracias a la contención que encuentra en la música y al apoyo de su familia, amigos y su hijo Homero que "le cambió la vida". "Él fue fundamental en mi recuperación", expresó con orgullo. Se siente en paz porque está seguro de su inocencia. "Nunca estuve cerca ni de un policía", dijo en relación a las coimas que, según se comprobó, fueron pagadas en la entrada del boliche República Cromañón donde el 30 de diciembre de 2004 una bengala provocó el incendio.

"Es una injusticia y paradójico que se hable que los músicos tenían que cumplir el mismo rol que tiene un inspector o un bombero municipal. No sé qué van a resolver. Nosotros estábamos adentro del lugar y perdimos amigos, familia, público. Somos sobrevivientes. La decisión que tome la Justicia puede ser la absolución o no. Yo soy músico, me dedico a eso, no soy inspector ni juez. El productor es quien se encarga de chequear los locales. Estamos hablando de un local que está a 30 cuadras de la Casa de Gobierno, en pleno Once funcionando hacía siete años", comentó.

El ahora líder de la banda Don Osvaldo aclaró que hoy se defienden con más energía que en épocas anteriores. "Ya no nos callamos. No hay pruebas contra la banda. Creo que Aníbal Ibarra (jefe de Gobierno porteño) ni apareció, nunca lo citaron. Se habló en principio de juicio político y después lo encubrieron", sostuvo. Señala sobre todo a la red de falta de inspecciones, coimas y otras irregularidades que permitieron mantener el boliche habilitado para el público.

"Si vuelvo a ir preso, se modifica un poco mi vida"

"Si vuelvo a ir preso, se modifica un poco mi vida. Pero que no vayan presos los funcionarios que manejaban esto, cambia la vida de todos", advirtió y volvió a cargar contra medios de comunicación, familiares y hasta la propia Justicia, a quienes culpó de haberse ensañado con los músicos como responsables de la tragedia cuando el lugar no debería ni haber estado habilitado. "Es impresionante cómo el juez Eduardo Riggi se ha tomado el trabajo de desvirtuar la discusión. Me nombra primero a mí y no a los funcionarios. Fue una especie de manoseo. Hace once años, no había ningún control. Uno iba pensando que los lugares estaban en regla". Después de Cromañón, los controles fueron aumentados y resultaron clausurados shoppings, bares, boliches, tiendas, restaurantes y teatros.

"La decisión de la Sala III de Casación fue injusta. Si el razonamiento del juez es que vos con un micrófono podés parar algo que no para ni la policía ni los bomberos, estamos recontra listos. Más de 300 testigos confirmaron que no incentivamos el uso de bengalas. Las entradas las cobrábamos $10 cuando en otros lados valían el doble. Si no nos absuelven, vamos a apelar. Si tenemos que ir a la Corte Interamericana, lo vamos a hacer porque somos inocentes. No nos vamos a callar porque decimos la verdad. Y si nos absuelven, vamos a seguir con la discusión", aseveró.

El músico lamentó que haya habido un quiebre entre los grupos de familiares y víctimas e incluso haya un grupo que los responsabilice por los 194 muertos de aquella noche del 30 de diciembre de 2004: "Me dolió que hayan agredido a mi mujer y a quienes nos respaldan. Todos somos víctimas. Defendemos la verdad y la justicia. La lucha debería ser una".

"Si no nos absuelven, vamos a apelar. Si tenemos que ir a la Corte Interamericana, lo vamos a hacer"

"Esa noche nosotros pensábamos que todo estaba bien. No es que fuimos a llenarnos de plata. Nunca en mi vida me junté con un policía para pagarle una coima. Pedimos justicia. El cambio no partió de las bandas, hacían lo que podían porque no había otra manera. El cambio partió de los que tenían que controlar. Después de Cromañón cerró todo. Antes estaba todo sin control. Pasamos a otra realidad distinta y quedó comprobado en el juicio oral", explicó el músico, quien además exigió respeto a quienes critican que siga haciendo música: "Son una locura las cosas que inventan".

Fontanet no quiso adelantarse a especular cuál será la sentencia. Prefirió subrayar que, sea cual sea, Callejeros seguirá defendiendo su inocencia y "reafirmando el debate". "Es impresionante cómo desvirtuaron la situación y me posicionaron a mí. La trampa en la que incurre Riggi fue meter al músico como coorganizador, algo que no existe. Es una locura. Como si uno fuese un semidios que puede estar en todos lados. Nunca nos dijeron cuál era la capacidad del lugar. Las entradas valían $10, cuando podríamos haber cobrado mucho más. No fuimos ahí a llenarnos de plata. No entra en mi cabeza. Uno se sube al escenario pensando que está todo bien. Al minuto y medio pasó lo que pasó".

Por último, el músico expresó que ojalá la decisión sea la absolución como en su momento lo resolvió el Tribunal Oral N° 24 con 350 testigos y no la de la Sala III de Casación que –acusó- "fue injusta" y lejana a lo que sucedió la noche de la tragedia. "Lo que aprendí con todo esto y quiero decirle a la gente es que lamentablemente no hay que confiar. La corrupción no avisa", concluyó.