POLITICA
6 de abril de 2015
"El narcotráfico es parte de una corrupción mucho más grande"
El sacerdote Facundo Berreta vive en una villa de Lugano y compartió nueve años de trabajo con José María Di Paola en un asentamiento de Pompeya. Habló sobre la venta de drogas en barrios marginales
El sacerdote Facundo Berretta tiene 42 años, vive en la villa 19 de Lugano y pasó 9 años junto al padre 'Pepe' Di Paola en la villa 21, de Pompeya. En diálogo con La Once Diez, habló sobre narcotráfico y pobreza en los barrios marginales del país: "La palabra 'villa' discrimina, el 90% son laburantes. Por supuesto que hay delincuencia, y las primeras víctimas son los propios vecinos. Es más fácil guardarse en un lugar donde la policía no entra, por eso se aprovecha para la venta de drogas y la delincuencia, pero en el mismo espacio tenés gente trabajando".
"El error es intentar igualar pobreza con delincuencia, no por ser pobre sos delincuente. Esta misma gente que de algún modo es criticada desde ciertos lugares, a la vez es la empleada doméstica de la casa, es a quien le confían su casa para pintar. Hay que pensar más en la integración urbana antes que en la urbanización. Sí, la urbanización es poner las cloacas y el tendido eléctrico, pero también lo demás", agregó.
Luego, recordó cuando su compañero fue amenazado por narcos. "En el 2009 cuando escribimos el famoso comunicado sobre la droga en las villas. Estábamos trabajando cuatro curas en una parroquia de barracas, en Caacupé, y ese comunicado lo hicimos todos los curas de las villas, pero como el padre Pepe era el líder del equipo, lo amenazaron de muerte y decidió irse dos años. Ya amenazaban hasta a pibes del grupo juvenil. Ahora volvió a villa La Cárcova".
Cocinas de cocaína y consumo de paco
Sobre la producción de droga, dijo: "Los grandes problemas que tenemos son la droga y la delincuencia. No conozco mucho de la investigación del legislador Gustavo Vera, pero hay en lugares donde la droga está mucho más enquistada, como la villa 1-11-14 o la villa 21. Yo no conozco cocinas, no sé, sé que se distribuye y se vende. Si existe el paco, y en tanta cantidad, es porque quedó algo debajo de alguna olla que se mezcló con amoníaco, con vidrio molido, y se juntó en papelitos para vender".
"Lo que venimos trabajando sobre el narcotráfico, es la recuperación de los pibes. El que se droga tiene un problema espiritual, porque perdió el sentido de la vida. Estamos trabajando mucho en eso con los centros barriales. El narcotráfico es parte de una corrupción mucho más grande. La corrupción es un mal endémico", finalizó.
Luego, recordó cuando su compañero fue amenazado por narcos. "En el 2009 cuando escribimos el famoso comunicado sobre la droga en las villas. Estábamos trabajando cuatro curas en una parroquia de barracas, en Caacupé, y ese comunicado lo hicimos todos los curas de las villas, pero como el padre Pepe era el líder del equipo, lo amenazaron de muerte y decidió irse dos años. Ya amenazaban hasta a pibes del grupo juvenil. Ahora volvió a villa La Cárcova".
Cocinas de cocaína y consumo de paco
Sobre la producción de droga, dijo: "Los grandes problemas que tenemos son la droga y la delincuencia. No conozco mucho de la investigación del legislador Gustavo Vera, pero hay en lugares donde la droga está mucho más enquistada, como la villa 1-11-14 o la villa 21. Yo no conozco cocinas, no sé, sé que se distribuye y se vende. Si existe el paco, y en tanta cantidad, es porque quedó algo debajo de alguna olla que se mezcló con amoníaco, con vidrio molido, y se juntó en papelitos para vender".
"Lo que venimos trabajando sobre el narcotráfico, es la recuperación de los pibes. El que se droga tiene un problema espiritual, porque perdió el sentido de la vida. Estamos trabajando mucho en eso con los centros barriales. El narcotráfico es parte de una corrupción mucho más grande. La corrupción es un mal endémico", finalizó.
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