26 de septiembre de 2022
La paz en Ucrania y bregar por un "multilateralismo solidario", los objetivos de la Celac
La Argentina, en su condición de país a cargo de la Presidencia Pro Témpore (PPT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), avanzó esta semana en su estrategia de hacer de ese mecanismo regional un actor relevante en el concierto internacional con un papel activo en lograr una salida pacífica a la guerra en Ucrania, y mostrarse como un proveedor seguro de energía y alimentos sobre la base de un "multilateralismo solidario".
Algunas de esas premisas estuvieron presentes en la gira de tres días que el presidente Alberto Fernández realizó por los Estados Unidos, donde participó de la 77° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se reunió en Nueva York con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y expuso ante empresarios petroleros en Houston, como parte de una intensa agenda de conferencias y reuniones.
Fernández aprovechó su estadía en los EEUU para desplegar algunos de los objetivos que se impuso cuando en enero de este año asumió el mando de la Celac: "potenciar la voz" del bloque que reúne a 32 naciones de América Latina y el Caribe.
Consciente de la importancia que las reservas energéticas y el volumen de producción de alimentos de la región tiene en medio de la crisis internacional desatada por el conflicto bélico que enfrenta a Rusia con Ucrania y los países de la OTAN, el liderazgo argentino en la Celac busca que el bloque tenga mayor incidencia en el sistema de gobernanza global y con ello mayores beneficios para la zona más desigual del planeta.
Con ese horizonte, la Celac en manos de la Argentina sostiene una política de "equilibrios" entre las principales potencias: mantiene una agenda "positiva" con los Estados Unidos y avanza en la consolidación de su vínculo con China (la otra superpotencia), sin descuidar su histórica relación con Europa.
El encuentro que Fernández y su par de Francia, Emmanuel Macron, mantuvieron el pasado martes en Nueva York en el marco de la asamblea de la ONU, ratificó la importancia que países del viejo continente le asignan a la Celac, que ya había quedado en evidencia con la participación del presidente argentino en la última cumbre del G7 en Alemania.
Durante la cena promovida por Macron, realizada en el Consulado de Francia en Nueva York, Fernández y el mandatario galo afianzaron posiciones comunes en busca de alertar al mundo sobre la necesidad de una "salida" a la guerra en Ucrania.
El encuentro cerrado -al que el mandatario argentino fue invitado especialmente junto a otros cinco presidentes- tuvo como objetivo la gestación de una iniciativa internacional para alcanzar la paz en Ucrania, restablecer el suministro de bienes y calmar la tensión de precios en el mundo.
En ese sentido, comenzó a evaluarse la alternativa de una intervención conjunta de mandatarios de varias regiones del mundo que ejerza presión por una apertura del diálogo, informaron a Télam fuentes de la delegación argentina.
"Con Macron venimos trabajando desde hace tiempo, preocupados por los efectos de las consecuencias de la guerra, y pudimos continuar el trabajo que empezamos en París y seguimos en el G7", repasó Fernández en diálogo con medios argentinos que cubrieron su gira por los EEUU, entre ellos Télam.
En la charla con la prensa el miércoles pasado, Fernández reiteró algunos de los conceptos sobre la guerra que un rato antes había pronunciado en su intervención ante Asamblea General de la ONU: "Todos estamos convencidos de la necesidad de que termine cuanto antes el conflicto bélico que se inició con la invasión rusa a Ucrania y la necesidad de recuperar la paz", enfatizó.
La guerra en Ucrania "excede en mucho a la región y a lo que parecen sectores en pugna", dijo, al hacer notar que en el hemisferio sur "hay enormes pérdidas" como consecuencia del conflicto bélico y que "tienen que ver con el hambre".
De hecho, y según pudo saber Télam de altas fuentes gubernamentales, de la charla con Macron salió una propuesta concreta para intervenir en la crisis, aunque por ahora se encuentra en estado embrionario.
"Estamos tratando de abrir una instancia de diálogo que hoy no existe", indicaron las fuentes, y advirtieron que, a siete meses del inicio de los combates entre Kiev y Moscú, "lo único que queda claro es que lo que se está haciendo no alcanzó".
A eso responde la obsesión de Macron por sumar a mandatarios que procedan de diversos continentes y representen a bloques regionales, como un modo de cimentar una postura extendida que pueda ser garante de alguna instancia de negociación, aunque por ahora sólo es una hipótesis de trabajo. En el Gobierno argentino no solo comparten esa idea, sino que afirman que "si se sigue intentando con los mismos métodos no pueden esperarse resultados distintos".
Siguiendo esa premisa, el presidente Fernández apuesta porque la voz del hemisferio sur sea tenida en cuenta en el conflicto, no solo por ser representativa de un espacio que no es escuchado habitualmente sino también por resultar afectada por las restricciones derivadas del conflicto.
Macron invitó a la cena a mandatarios de distintos bloques regionales como el G20, la Unión Africana y la Celac.
Como último punto de la agenda internacional, el presidente argentino pudo llevar también sus planteos sobre el hambre a un encuentro organizado por su par español, Pedro Sánchez, en el marco de la Cumbre Mundial de Seguridad Alimentaria que se hizo también en Nueva York.
"El hambre no empezó con la guerra en Ucrania, sino que tiene que ver con un sistema capitalista que expulsa y margina", exclamó Fernández durante el almuerzo convocado por Sánchez que se hizo en el Hotel Intercontinental. Lo escuchaban atentamente el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el canciller de Alemania, Olaf Scholz; la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y los presidentes Guillermo Lasso, de Ecuador, y Gustavo Petro, de Colombia, entre otros.
En tanto, el canciller Santiago Cafiero -quien formó parte de la delegación argentina en Nueva York- encabezó el lunes pasado en esa ciudad un desayuno de trabajo con más de 20 cancilleres de la Celac, un encuentro en el que se evaluaron las acciones desarrolladas por el bloque bajo la PPT argentina y se ratificó la necesidad del fortalecimiento institucional del mecanismo regional.
Cafiero subrayó que "mandato principal" que tiene Argentina al frente de la Celac es llevar a cabo acciones "en línea con el desarrollo de nuestros pueblos " sobre la base de un "compromiso con el multilateralismo solidario".
Esto último hace que la Celac persiga ampliar la articulación del mecanismo con socios extrarregionales, incluyendo el diálogo con China e India y otros bloques regionales como la Unión Europea, la Unión Africana y la Asean, indicó un comunicado de la Cancillería argentina al informar sobre ese encuentro.
Justamente, la relación estratégica que la Argentina viene forjando con China y su irradiación al resto de la región también estuvo presente en Nueva York, con la reunión de trabajo que Cafiero mantuvo con el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores del gigante asiático, Wang Yi, con quien analizó el ingreso de nuestro país a los Brics -que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- y otros temas de la agenda bilateral.
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