ACTUALIDAD
3 de marzo de 2015
Desesperada situación en Córdoba: el temporal no da tregua y los diques están desbordados
La provincia está bajo el agua. Las zonas del noreste y centro siguen padeciendo las consecuencias de las continuas tormentas que en febrero dejaron 9 muertos. Las autoridades paralizaron las actividades y declararon el "alerta máximo". Evacúan varias localidades
El temporal no da tregua y genera pánico en los cordobeses del noroeste y centro de la provincia. Los habitantes no están ni siquiera recuperándose de las tormentas que sacudieron a la provincia en febrero –con 9 muertos y más de 2 mil evacuados-, que el fenómeno meteorológico vuelve a jugarles una mala pasada. La provincia está bajo el agua y la situación se torna día a día más preocupante y complicada, según las autoridades locales. Las cuencas estás saturadas y, en caso de seguir lloviendo, las anegaciones se apropiarán de los barrios y destruirán las casas.
Tras el alerta del Servicio Meteorológico Nacional, las autoridades decidieron suspender todas las actividades y declararon el "alerta máxima". La última experiencia fue traumatizante: localidades completamente inundadas, gente evacuada y sin provisiones para sobrevivir en sus casas, viviendas en ruinas, bienes materiales convertidos en chatarra, gente muerta y herida al ser arrastrada por el agua.
El SMN alertó hoy sobre otra mala noticia: "Caerán en Córdoba unos 80 milímetros de agua hasta la noche de mañana". Tal advertencia preocupó a los gobernantes porque "las cuencas están saturadas" y el agua no tiene por dónde drenar. Se abrió el dique Piedras Moras para distribuir el agua hacia toda la cuenca del Ctalamochita, mientras que personal de Defensa Civil sigue de cerca la situación en Bell Ville (con al menos 70 evacuados), Villa María y Ballesteros.
En Jesús María el panorama es delicado: "Se cayó un puente de hierro que pusimos hace dos días (el "Bailey" que unía Jesús María con Ascochinga). Se lo llevó la creciente. La situación es tensa y complicada. Sigue lloviendo y es complicada la situación. Les hemos pedido a los padres que no lleven a los chicos a la escuela. Que se queden tranquilos en sus viviendas, pese a que la ciudad no está colapsada. Estamos tratando de evacuar preventivamente algunas familias. Estamos incomunicados por todos los lados", explicó el intendente Gabriel Frizza por radio La Red.
Por su parte, el gobernador José Manuel de la Sota se mostró preocupado y se animó a afirmar que se trata de "la peor catástrofe climática de los últimos 50 años para Córdoba". En medio de anuncios de fondos y subsidios, aseveró que su gobierno deberá construir 250 viviendas para quienes lo perdieron todo en las inundaciones. Además, subsidiarán y otorgarán créditos a las Pymes afectadas.
"Desgraciadamente, la naturaleza aún no permite anunciarles buenas noticias como desearía. Después de tener una gran parte de nuestro territorio duramente castigado por las tormentas, los pronósticos del Servicio Meteorológico dicen que las lluvias continuarán por algunos días más y que pueden ser muy copiosas", advirtió por televisión.
De acuerdo a los medios locales, el factor más preocupante del fenómeno climático es que por primera vez todos los diques cordobeses están simultáneamente desbordados y tratan de liberar y distribuir el agua acumulada.
Entre las zonas más afectadas están Bell Ville, Jesús María, Villa María, Ballesteros, Villa Allende, Río Ceballos, Mendiolaza y Unquillo. También llueve en Idiazábal y en departamentos del este cordobés. El jefe comunal de Río Ceballos, Sergio Spicogna, dijo a la prensa que los trabajos están paralizados porque "es imposible ingresar en muchos sectores con las máquinas viales que se quedan empantanadas". A eso se le suma una nueva rotura del acueducto que trae problemas en el suministro de agua potable. Lo mismo en Villa Allende donde se demoraron las tareas para realizar trabajos en las escuelas de distintos niveles afectadas por las inundaciones.
De acuerdo al diario La Mañana de Córdoba, en Jesús María, Colonia Caroya y Villa del Totoral, esta mañana se registraron precipitaciones superiores a los 150 milímetros, lo que derivó en evacuaciones y paralización de actividades y servicios de transporte. En Idiazábal, la lluvia de la madrugada volvió a inundar las calles de la localidad que fue evacuada en un 95%. "Esto es un desastre", expresó el jefe comunal de esa población.
El desborde del dique Piedras Moras –que pasó a expulsar de 240 a 320 litros por segundo- preocupa a Bell Ville, Villa Nueva, Ballesteros y Villa María.