INTERNACIONALES
6 de enero de 2015
Crisis en Venezuela: la falta de medicamentos afecta al 60% de las farmacias de Caracas
El presidente de la Federación Farmacéutica, Freddy Ceballos, advirtió que la escasez alcanza a todo el país y que la ausencia de divisas es su principal causa. El desabastecimiento también se siente en alimentos básicos
El presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (FFV), Freddy Ceballos, aseguró que la escasez de medicamentos se mantiene al mismo nivel que el año pasado. "La realidad es que no hay medicamentos, están faltando muchos productos. Se tienen que tomar correctivos", remarcó.
Ceballos indicó que la falta de fármacos se aproxima al 60% en Caracas, mientras que en el interior del país la situación también es grave, con casos en los que la escasez llega al 70 por ciento. "Los inventarios están por debajo de los tiempos de reposición", señaló en diálogo con la cadena Globovisión.
El farmacéutico precisó que no se consiguen antihipertensivos, productos para el sistema nervioso central, anticonvulsivos y anticonceptivos, entre otros medicamentos, algunos de ellos de consumo masivo y de bajo precio.
Según indicó, los problemas para conseguir medicamentos en Venezuela están vinculados con las dificultades para acceder a las divisas, aunque remarcó que espera que los recientes cambios anunciados por el gobierno de Nicolás Maduro al sistema de registro de usuarios del Comercio Exterior (Cencoex) contribuya a paliar la falta.
"Es importante entender que el monopolio de las divisas lo tiene el Estado. No pueden la industria ni los productores de ningún sector solucionar este problema. La solución la tiene el Estado", subrayó.
En Venezuela existe desde 2003 un sistema de control estatal de cambio que deja en manos del Gobierno el monopolio de las divisas, que son entregadas a tres tipos de cambio distintos en función del objeto al que sean destinados.
Las trabas que esto supone a las importaciones es uno de los motivos denunciados por la oposición por el desabastecimiento, mientras que el gobierno de Maduro arguye que se debe a una guerra económica orquestada por el empresariado.
Las dificultades para conseguir alimentos básicos, como harina, leche, pollo o manteca, así como elementos de higiene, han obligado a los venezolanos a hacer largas filas en supermercados. Para regular la venta y evitar el contrabando, el Gobierno instauró un sistema de captahuellas, que registra las compras de cada ciudadano. A todo esto, se suma la inflación, que se estima por encima del 60% para 2014.