GENTE
11 de septiembre de 2014
Las dietas modernas que admiten azúcar, harinas y hasta chocolate
Lejos quedaron las dietas que demonizan determinados alimentos. Una especialista dio a Infobae tips para adelgazar sin sufrir
Dietas que prohíben los azúcares, dietas 100% proteicas, dietas que demonizan las harinas. Si de planes para adelgazar se trata, las opciones son infinitas y de lo más variadas. Pero casi todos tienen algo en común: prohibir algún alimento o un grupo de ellos.
En el otro extremo de la cuestión se ubica la doctora Juana Morillas, especialista española en nutrición, quien estuvo en la Argentina para participar del Congreso de Obesidad y Trastornos Alimenticios 2014 organizado por la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios.
Para ella, "ningún alimento debe estar prohibido". ¿La causa? "Porque en el ser humano, cualquier prohibición induce a anhelar lo prohibido, y la nutrición no escapa de esta norma general; luego, prohibir un alimento, incitará de algún modo a su consumo".
Consultada por Infobae, la especialista remarcó, además, que "no existen alimentos 'buenos' ni 'malos', sino dietas mejor o peor equilibradas".
Con la premisa de que todos los alimentos aportan algo a nuestra dieta diaria, Morillas explicó que "si eliminamos radicalmente ciertos alimentos de nuestra alimentación podemos estar limitando la ingesta de nutrientes importantes". Y en ese sentido consideró que "lo fundamental para una dieta equilibrada es incluir alimentos de todos los grupos –incluso grasas, hidratos de carbono y proteínas– con moderación, pero aprendiendo a comer de todo, y con la tranquilidad de que, si sabemos elegir bien nuestros alimentos, podremos darnos también los gustos que queramos".
En la misma línea de pensamiento, para la especialista es clave que "las personas que buscan perder peso no basen su tratamiento exclusivamente en disminuir la ingesta sino en equilibrar la misma con el gasto por actividad física".
"Por lo tanto –insistió– ningún programa de reducción de peso será efectivo si no va acompañado de actividad física regular".
Sobre qué rol cumplen los azúcares en la dieta y si también forman parte de los alimentos que no se deben prohibir, Morillas fue contundente: "Los azúcares son los combustibles que con mayor facilidad utiliza el ser humano para obtener la energía necesaria para desarrollar las actividades de la vida diaria". Esto es, tanto las actividades conscientes (movimiento físico) como las inconscientes (respiración, parpadeo de ojos, funcionamiento cardíaco, etc.).
La especialista explicó que "existen determinadas situaciones fisiológicas, como una actividad física intensa en el caso de los deportistas, que requieren un alto consumo de hidratos de carbono (que en el interior del organismo precisan ser transformados en azúcar para ser utilizados como combustibles) y que deben ser aportados a través de la dieta para hacer frente a su gasto energético, lo que optimizará el rendimiento deportivo". De ahí la importancia en el diseño de dietas individualizadas a cada deportista y de la utilización de bebidas con carbohidratos que eviten deplecionar las reservas de glucógeno en el deportista.
Así es que, para la especialista, los azúcares, consumidos con moderación, pueden formar parte de una dieta equilibrada en cualquier persona que tenga una vida físicamente activa.
"De nuevo, no se trata de prohibir sino de aprender a comer de todo con moderación. Y en esa alimentación entran todo tipo de alimentos, sin excluir ninguno", enfatizó, aunque aclaró que "por supuesto nadie va a comer todo el día a base de azúcares (aunque pudiese quemar el exceso con actividad física), como tampoco lo haría en base a ningún otro nutriente".
Tras asegurar que "nuestro cuerpo necesita un poco de todo para funcionar", Morillas recomendó que "si se come variado, con abundante variedad de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, grasas cardiosaludables y carnes magras, pueden también incluirse azúcares simples".
O sea que sin suprimir ningún alimento ni eliminar el azúcar, ¿se puede perder peso?, volvimos a cuestionar a la especialista. "¡Obvio! Es tan sencillo como aplicar la ecuación matemática de gastar más de lo que uno come, sin tener que prescindir de ningún alimento ni nutriente".
"Sólo es cuestión de energía, y de aplicar una dieta equilibrada, tanto en cantidad como en calidad de nutrientes", finalizó.