El bahiense Emanuel Ginóbili no pudo celebrar de mejor manera sus 1.200 partidos en la NBA que con una participación decisiva en el quinto partido de la serie semifinal de la Conferencia Oeste que ahora San Antonio Spurs le gana a Houston Rockets 3-2, luego de imponerse anoche como local por 110 a 107 en cinco minutos suplementarios, después de igualar en 101 al cabo de los 48 de tiempo regular.


Manu tuvo su mayor cantidad de minutos en estos play offs al permanecer 31 minutos en cancha, lapso en el que convirtió 12 puntos, bajó 7 rebotes, entregó cinco asistencias, cometió una falta y colocó una tapa. Claro que este único bloqueo de la noche fue tan trascendental por la incidencia en el resultado que se retiró ovacionado por la multitud de aficionados de San Antonio como el verdadero héroe de la jornada.


Es que en la última jugada del partido y con los Spurs arriba en el marcador, que sería el definitivo, por tres puntos, el implacable base visitante James Harden, que tuvo otra actuación fantástica con un triple doble que se constituyó con 33 tantos (fue el máximo anotador del juego), 10 rebotes y 10 asistencias, tuvo un tiro de tres puntos para empatar el partido, pero entonces apareció mágicamente el escolta argentino como un ángel salvador y volando literalmente desde atrás le estirpó el balón al momento de lanzarlo.


Esta tapada fenomenal selló la victoria de los sanantoninos y como lo que es, un tocado por la varita mágica de la fortuna, Ginóbili se fue entre aplausos para cerrar de la mejor manera sus 1.200 actuaciones con la camiseta albinegra de los Spurs (992 partidos de temporada regular y 208 de play offs).


La única preocupación para los dueños del estadio AT&T Center de cara al sexto partido a disputarse el próximo jueves en terreno de Houston Rockets fue el lesionado tobillo izquierdo de su máxima figura, Kawhi Leonard, que vivió los últimos y decisivos minutos de la prórroga en el banco de suplentes.


Sin embargo esto no le impidió a Leonard ser el máximo anotador de su equipo con 22 puntos, a los que les adosó nada menos que 15 rebotes, bien secundado en esta oportunidad por LaMarcus Aldridge, que convirtió 18 tantos y sumó 14 recobres.


San Antonio pasó al frente en la serie y sigue sometiéndose a un gran desgaste en pos de la final de la Conferencia Oeste, instancia para la que desde este martes está esperando Golden State Warriors, luego de barrer en la otra semifinal a Utah Jazz.

En cuartos ya había hecho lo propio con Portland Trail Blazers, mientras que los Spurs necesitaron de seis juegos para despacharse a los Memphis Grizzlies.