29 de marzo de 2017
Decretazo de Trump en contra del medio ambiente
El presidente estadounidense dio marcha atrás con algunas de las políticas de protección ambiental impulsadas por su antecesor, Barack Obama, justificando que las mismas atentaban contra el empleo. "La guerra al carbón terminó", expresó el magnate.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que cumple con sus promesas de campaña y da marcha atrás con medidas contra el cambio climático adoptadas por su predecesor, Barack Obama, en un acto en el que proclamó el inicio de una “nueva era” para la producción energética del país.
Una pieza clave del decreto de Trump, firmado en la sede de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por su sigla en inglés) en Washington, es que elimina el requisito de que las agencias del gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones.
En la ceremonia, el presidente republicano declaró que la “guerra al carbón” terminó y prometió la cancelación de regulaciones del gobierno federal que están “matando empleos”. Además, Trump anticipó una “nueva revolución energética” y “una nueva era” centrada en fomentar la producción nacional.
El decreto, llamado “Orden Ejecutiva de Independencia Energética”, tiene el objetivo de eliminar el Plan de Acción del Clima, que recortaba las emisiones de gases contaminantes por el sector del carbón. Esta decisión pone en peligro el objetivo firmado por Estados Unidos y los compromisos adquiridos en el pacto de París, ratificado el año pasado por un total de 195 países.
El decreto rescindirá al menos seis medidas contra el cambio climático aprobadas por Obama, entre ellas una de 2013 que ordenaba a todas las agencias del gobierno que se preparasen para este flagelo.
Con este decreto, Trump efectivamente pretende reescribir las directrices que regulan las emisiones de carbono en Estados Unidos y que, según él, causaron una sangría de puestos de trabajo, además de lograr la ansiada autonomía energética.
“El gobierno anterior devaluó a los trabajadores con sus políticas. Nosotros podemos hacer las dos cosas, proteger el medioambiente y crear trabajo para la gente”, afirmó un funcionario de la Casa Blanca que pidió no ser identificado, antes de la firma del decreto.
“Pero creo que el presidente fue muy claro con que no va a implementar políticas de cambio climático que pongan en riesgo la economía estadounidense. Es muy simple”, agregó.
En vez de firmar el decreto en la Casa Blanca, Trump decidió trasladarse a la sede de la EPA, un organismo que tuvo un papel clave en las políticas ambientalistas de Obama y que ahora dirige un escéptico del cambio climático, Scott Pruitt.
EPA será la encargada de redactar nuevas regulaciones para las plantas energéticas alimentadas por energías fósiles como el carbón.