7 de marzo de 2017
El martirio de tres familias que quedaron en la calle
Voraz incendió dejó sin hogar a gente muy humilde, que necesitan que les tiendan una mano.
Por Matías Resano
A pesar de la tragedia padecida por un incendio desencadenado en la vivienda que residían, el martirio de un hombre y de su familia continúa e incluso se profundiza con el pasar de los días, en la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Puesto que tras el siniestro, que en total dejó a tres familias en la call, ahora tienen la urgencia de un inmueble, no sólo por las deplorables condiciones en las que quedó la casa sino también por las presiones de los propietarios para abandonarla, con amenaza de desalojo.
Por lo tanto, el padre pide ayuda en materia habitacional y también laboral, dado que planifica comenzar un microemprendimiento con el afán de obtener, por sus propios medios, los fondos que le permitan alquilar otra propiedad. Por un cortocircuito se gestó un voraz incendio en un complejo de viviendas, en el cual residían tres familias, en el barrio San Eduardo de Florencio Varela, cuyo saldo fatal registró la muerte de dos niños de 3 y 4 años.
El hecho tuvo lugar el pasado 19 de febrero, y marcó el punto de partida de la angustia de José Umere, su esposa y sus cuatro hijos, quienes desde entonces comenzaron a ser blanco del acecho de los supuestos dueños del lugar, que le exigen constantemente abandonarlo, con amenaza mediante de desalojo.
Por si no fueran suficientes las pérdidas de sus dos ahijados, José padecía las condiciones del hogar, producto del siniestro, con partes del techo desplomándose, y a su vez la advertencia de quienes dicen ser los titulares del hogar, los cuales le repetían a José que "nos iban a romper las pocas cosas que nos quedaban".
Un mensaje no destinado solamente a Umere, sino a las otras dos familias que residen en el complejo, una de las cuales está integrada por una persona discapacitada. Ante semejante panorama, José acude a una ayuda que le permita encontrar un nuevo lugar donde vivir, pero no obstante aclaró que "sabemos que es difícil que nos den una vivienda e incluso un trabajo. Por eso nos generamos nosotros un microemprendimiento para salir adelante pero no contamos con los recursos para comprar las herramientas que necesitamos".
En consecuencia, el padre de cuatro chicos, de 11 a 18 años, aguarda por una colaboración, que puede prestarse a los teléfonos 1125528070 y 2095-1388, en afán de reiniciar su actividad laboral, la que debió abandonar tras el fatal incendio.