Por Pablo Peralta 

@27_pabloperalta 

Un saber popular dice que “siempre se vuelve al primer amor”. A pesar de que tal vez no siempre suceda esto en el mundo de las relaciones, parece quedar adaptada a la perfección para el fútbol, en el caso puntual de Juan Manuel Martínez, encarando su cuarta etapa en Vélez, club del que surgió profesionalmente como futbolista.

En diálogo con Crónica, el habilidoso delantero contó sus sensaciones tras regresar al club de sus amores, luego de haber jugado el año pasado en la MLS de Estados Unidos. “Hay que ponerle el pecho a la situación”, contó el Burrito, sobre la difícil situación institucional y futbolística que atraviesa el Fortín.

-¿Cuáles son tus sensaciones de un nuevo retorno al club?

-Es un lindo desafío. En cada club que estuve veo las cosas como desafíos y esa es mi manera de plantearme objetivos. Llegar a este club me hace afrontar todo con muchas más ganas porque es la institución que tanto me dio y que me brindó la chance de ser campeón y eso hace que lo haga con más sentimentalismo.

-¿Es especial esta vuelta sabiendo que la actualidad del equipo es muy diferente a lo que viviste en otros momentos?

-Se que es un poco distinta y hay que adaptarse a lo que se vive ahora. De todos modos tengo en claro que tomar decisiones sentimentales no es lo mejor para el futbolista, pero bueno, yo lo decidí así y estoy muy contento y feliz de volver a esta institución, esperando de una vez por todas el inicio del campeonato. Creo que no sólo la situación del club es la complicada, sino que también el fútbol argentino en general, que institucionalmente está en su peor momento y Vélez tal vez no está en la más compleja de las situaciones, pero tampoco lo está como los hinchas pretenden. Las cosas se están dando así y hay que ponerle el pecho a la situación.

-Ante todo esto que contás, ¿fue ese sentimentalismo el que jugó el papel más importante?

-Siempre la idea principal fue poder volver a Vélez. Por eso esperé bastante para que todo se concretara, descartando incluso varias ofertas, sabiendo que quería volver a mi país y a Vélez. Por suerte todo terminó del mejor modo y digamos que ya casi estoy a disposición del entrenador, tal vez no desde la parte futbolística, sí desde lo físico, pero me pone feliz estar entrenando a la par de mis compañeros.

-¿Cuánto sirvieron tus prioridades para bajar un poco los decibeles entre vos y la dirigencia cuando no llegaban a un acuerdo?

-Creo que los dos, Raúl Gámez y yo, entendimos que Vélez está por encima de todo, y eso es siempre lo más importante. Por este motivo terminamos llegando a un acuerdo de una manera rápida. Todos las partes tenemos que entender que, ya sea jugadores, hinchas, dirigentes y cuerpo técnico, lo que más vale es el club. Hoy por hoy todas las partes estamos trabajando en conjunto para sacar a Vélez adelante. Con el presidente, en su momento, nos sentamos solos, hablamos y acordamos todo. De todos modos eso para mí es parte del pasado y ya estoy enfocado en sumar para brindarme a mis compañeros y cuerpo técnico.

-¿Creés que podés volver a darle a este equipo todo lo que le diste en su momento?

-Yo siempre me preparo para ser cada día mejor. No quiero ser menos que antes, pero también siempre digo que uno es lo que es por cada compañero y hoy la situación es distinta. Tal vez pueda llegar a costar un poco más porque hoy la realidad futbolística es diferente a la de otros tiempos, donde existía un plantel con otros nombres, otra experiencia, otros recursos económicos desde lo institucional. Era otra la situación porque teníamos la posibilidad de disputar competencias como la Copa Libertadores y demás. Actualmente es más complejo todo pero de todos modos creo que las posibilidades existen, porque tenemos gente que está muy capacitada para sacar las cosas adelante.

-¿Llegás para pelear de igual a igual más allá del peso de tu apellido para el club?

-Creo que nadie tiene un lugar ganado en ningún lado. Si bien la experiencia y el buen pasado es importante ante este tipo de situaciones, creo que siempre hay que demostrar en los entrenamientos y el día de partido. Nadie llega y juega, por eso me estoy matando y entrenando a la par de mis compañeros.