29 de enero de 2017
Las tribus del sindicalismo
Muchas de las organizaciones sindicales del país entonan con fervor la Marcha Peronista, en ocasión de actos. Para la dinámica de sus relaciones, con otros gremios y en las centrales, la estrofa que reza "todos unidos triunfaremos" queda pendiente.
Por Luciano Bugner
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Pagan un precio respecto de que esos surcos debilitan al Movimiento Obrero ante escenarios económicos como el de la administración Cambiemos, pero la guardia sindical histórica lo relativiza al considerar que "divisiones siempre hubo y habrá".
Seis estamentos pueden ser considerados del mapa a enero de 2017, la CGT del triunvirato, con Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, las tres CTA, las 62 Organizaciones de Gerónimo "Momo" Venegas y el Movimiento de Acción Sindical (MASA) de Sergio Sasia y Omar Viviani. La CGT tiene además en su interior su ala disidente corporizada en la Corriente Federal (CFT) al mando de Sergio Palazzo (Bancarios), Héctor Amichetti y Horacio Ghilini (Sadop).
La Central de Trabajadores de Argentina tiene tanta historia como divisiones. Hija de la CGT (la división y posterior fundación llegó en 1991) hoy aparece en las primeras planas por las internas que llevan a confundir a más de uno, sea propio o ajeno al gremio.
Un pantallazo general conduce a ramificar la CTA en tres. Por un lado está la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky y relacionada, rápidamente, con el kirchnerismo; después se encuentra la CTA Autónoma, dirigida por Pablo Micheli, la cual, en los últimos meses, se fue vaciando; y la flamante rama se denomina CTA-Perón, aunque según su conductor, Ricardo Peidró, eso es una "denominación periodística. El Perón viene de la calle donde nos encontramos". Y, a modo de chicana, hay quienes sostienen (dentro de la misma CTA) que de "peronistas tienen poco y nada".
Fuentes cercanas a los gremios consultadas por Crónica detallaron que las internas vienen por "cuestiones políticas". Cajas millonarias también juegan un papel importante.
Egos y celos no quedan afuera de las justificaciones "Los dirigentes se creen más importantes que los trabajadores", resaltó Micheli. Peidró no tardó en contestar: "No vamos a estar en la cola para tomar decisiones".
Cercanos a Yasky dijeron que estas idas y vueltas "favorecen al gobierno". El propio secretario general dijo: "La fractura de (Cachorro) Godoy es un mamarracho". Julio César enseñó un camino: "Divide y reinarás".
Otro punto clave para entender las fragmentaciones son los planes de lucha. Discursos moderados o tendencias más radicales parten a los gremios. Y esto se ve en las marchas, con alguna bandera guardada en el fondo del cajón.
Para algunos, "los paros desgastan". Frase más que explicativa. Daniel Catalano, secretario general de ATE-Capital y parte de CTA-Trabajadores, pidió repetir la foto del último 29 de abril, cuando CGT y CTA protestaron en conjunto. En caso contrario, "los gremios son cómplices" del gobierno de Macri.
¿Será posible? Se sabrá con el tiempo.