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DEPORTES

22 de junio de 2014

Cuando agonizaba el partido, Messi le dio una ajustada victoria a la Selección ante Irán

En un deslucido partido, la Argentina tuvo que apelar a una genialidad de su capitán y al buen desempeño del arquero Sergio Romero para quedarse con el triunfo 1 a 0. Pese a que Sabella retornó al esquema 4-3-3, el funcionamiento colectivo no registró mejorías. Con este resultado, logró clasificar a los octavos de final

Argentina sufrió, pero con la fantasía de Lionel Messi y la seguridad de Sergio Romero en el arco logró sacar adelante un encuentro en el que no mostró su mejor cara. Con un gol en tiempo de descuento del rosarino, el combinado nacional se quedó con la victoria por 1-0 y, con 6 puntos en el Grupo F, logró el pase a los octavos de final.

 

Luego de las críticas expresadas por los jugadores por el planteo con cinco defensores utilizado en el encuentro del debut ante Bosnia, el DT Alejandro Sabella decidió regresar al clásico 4-3-3. Sin embargo, este cambió no implicó una mejora en el nivel del equipo, que volvió a mostrar falencias en su funcionamiento colectivo.

El encuentro se jugó en el estadio Mineirao de Belo Horizonte con arbitraje del serbio Milorad Mazic.

En el comienzo, el equipo argentino intentaba hacerse dueño del encuentro, pero Irán lograba imponer su juego físico y un compacto cerco defensivo para cortar los caminos del equipo de Sabella. Los asiáticos incluso sorprendieron a los tres minutos con un tiro libre que Hosseini no llegó a conectar de cabeza por poco. La pelota cruzó el área con peligro y salió al lado del palo del arco defendido por Romero.

Una vez pasado el sobresalto del inicio, el elenco "Albiceleste" comenzó a crecer. Con el ataque volcado por la banda derecha, Argentina comenzó a imprimirle intensidad a su juego, obligando al seleccionado iraní a retrasar peligrosamente todas sus líneas.

Sobre los cinco minutos, Zabaleta avanzó con pelota dominada y habilitó a Agüero, que no llegó a acomodarse, por lo que su intento se diluyó en el área. Poco después, Di María metió el centro para Higuaín, que no llegó a cabecear y salvó el fondo iraní.

El equipo de Sabella seguía presionando en ofensiva, pero sin efectividad en el último toque. A los 12, Higuaín apareció en el área y definió en soledad frente al arquero, pero primó el achique de Haghighi. Cinco minutos más tarde, Di María condujo una salida rápida de contra y habilitó al "Pipita", que controló mal y no pudo definir.

Irán se limitaba a sostener una férrea defensa ante un equipo argentino que no daba tregua en ataque, pero que fallaba en la definición y acumulaba situaciones desperdiciadas. Sobre los 18 minutos, Argentina recuperó en la salida. Mascherano cedió para Higuaín y este habilitó a Di María, quien sacó un remate por arriba del travesaño.

Promediando la primera etapa iban a llegar las más claras para el elenco de Sabella. A los 21, se produjo una buena combinación dentro del área: Higuaín aguantó la pelota de espaldas y cedió para Agüero que, de frente, sacó un disparo que el arquero logró mandar al córner con una estirada. Dos minutos después, Marcos Rojo casi abre el marcador con un cabezazo a la salida de un córner que salió al lado del palo.

Cada vez que Argentina tomaba la pelota, Irán disponía a sus once jugadores en su campo. Esa estrategia dificultaba la posibilidad del conjunto de Sabella de crear un circuito de juego aceitado y fastidiaba a los atacantes, que no encontraban espacios para llegar con claridad.

Ante esta situación, los argentinos comenzaron a probar con pelotas paradas. Primero, Messi contó con un tiro libre cerca de la medialuna que terminó con un remate por arriba del travesaño. Luego, al cobrarse otra falta, el rosarino metió el centro para el ingreso de Garay, que cabeceó alto.

 

Los dirigidos por Queiroz inquietaban al fondo del equipo sudamericano también a través de las pelotas paradas. A los 33, Fernández rechazó en dos tiempos y casi regala la pelota en el área para el ingreso de los atacantes. Sobre el final de la etapa, tras un córner, Hosseini tuvo una gran chance pero falló frente al arco de Romero.

Ya en el complemento, Argentina seguía sin encontrar los caminos. A los cuatro minutos, Messi ilusionó con una jugada en la que se llevó las marcas y abrió a la derecha para Zabaleta, que sacó un disparo desviado. Luego fue Rojo el que intentó con un centro desde la izquierda que atravesó toda el área y Agüero no pudo cabecear de lleno.

Irán aguantaba y se servía de sus esporádicos intentos en ofensiva para generar peligro. La jugada de gol más clara del encuentro fue en su favor a los 52 minutos cuando, tras un centro desde la derecha, Reza conectó un preciso cabezazo que Romero pudo tapar con grandes reflejos.

Sobre los 14, Messi se hizo cargo del ataque, avanzó en velocidad y probó al arco con un remate que salió apenas ancho. El delantero del Barcelona trataba de hacer la individual ante cada ocasión que se le presentaba, demostrando la impotencia que comenzaba a crecer en el ataque "Albiceleste".

Sorprendentemente, Irán crecía y lastimaba al equipo de Sabella, que se veía sorprendido por la actitud de su rival. A los 18, Haji Safi probó con un disparo que se fue cerca. Luego, tras un córner, la defensa argentina se demoró en rechazar y, por poco, Irán no pudo aprovecharse de la falencia. Dejagah tuvo la oportunidad más clara a los 22 con un disparo que Romero logró rozar para mandar al córner.

Ángel Di María se presentaba como el más movedizo del elenco de Sabella. Sobre los 25, el jugador del real Madrid forzó una falta cerca del área y Lionel Messi contó con un tiro libre que finalizó con un remate que pegó en la parte externa de la red. Poco después, "Fideo" volvió a destacarse con un ingreso al área por la izquierda que culminó con un disparo a las manos del arquero.

A falta de 15 minutos para el cierre, Sabella dispuso darle aire a la ofensiva con los ingresos de Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio en lugar de Agüero e Higuaín. Los recién ingresados renovaron la energía del ataque nacional, pero repitieron los errores de sus compañeros.

Argentina sufrió hasta el final. Nunca pudo encontrar los caminos y careció de ideas para sorprender. En ningún tramo del encuentro logró un funcionamiento colectivo ni explosión individual, pero la magia iba a aparecer cuando primaba la preocupación y el desgano.

Lionel Messi, con un disparo cruzado desde afuera del área, puso el 1-0 cuando el encuentro se extinguía y ratificó que es la carta ganadora del elenco argentino. El crack de Rosario le dio los tres puntos y el pasaje a octavos de final al combinado "Albiceleste".

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