Por Roberto Di Sandro 

El decano. 68 años en la Casa Rosada 

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Cuando llegan las fiestas de fin de año, los funcionarios se largan todos a brindar. Y allí es donde el periodismo, en este caso el acreditado en la Casa Rosada, tiene la oportunidad de meter las narices para escuchar algunas decisiones que surgen del diálogo.

Esta vez el presidente, Mauricio Macri, uno de los máximos protagonistas del brindis, invitó a la prensa destacada y allí habló de futuros pasos para lograr unidad y reencuentros de todos los argentinos. Claro que lo hizo en voz baja. Se había operado horas antes de un pólipo en las cuerdas vocales.

Lo aguardaban los periodistas, a quienes había invitado a una copa de despedida de 2016. Además, lo esperaban el joven jefe de gabinete, Marcos Peña, el secretario general de la Presidencia, dos de “los tres mosqueteros”, como los llaman a Lopetegui y a Quintana (sumado a Peña), el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco; el director nacional de Prensa, Juan Galigani, el asesor Juan Gentile y otras personalidades.

El salón comedor fue el centro del recibimiento y allí nomás Macri habló. Lo hizo a pesar de que su médico le dijo que no, pero el deseo pudo más. Luego, agradeció este periodista de “Crónica”, tras lo cual conversó un ratito con el Presidente.

Después, Marcos Peña, con otro grupo, aludió a varios temas y mirando a este escriba sonrió al aceptar el concepto de su mención en esta sección de “Joven jefe de gabinete”. “Yo lo leo”, aclaró y concluyó: leo todo. En cuanto a si la Sala de Periodistas quedará en el lugar donde está desde hace más de ochenta años, consideró que “buscamos siempre que tengan mayores comodidades”.

No hubo respuesta concreta. En medio de este contacto, que rompió los que no tuvieron los cronistas durante los últimos doce años, se logró percibir algunos detalles de ciertos actos previstos para el futuro, y de viajes establecidos en la agenda presidencial.

 ¿Cumbre política?

Hemos logrado saber la idea presidencial en concretar, en los primeros meses del próximo año, un contacto directo con todos los líderes políticos.

Precisamente, en su descanso, que ya inicia en la Patagonia, se anticipó que tiene marcada en su agenda un tema especialísimo: reunirse con todos los líderes políticos, para “arrancar un año con cierto consenso”. Justamente, los oídos de “Crónica” se metieron en esa idea para lograr más detalles y allí se dijo: “No hay nada concreto todavía, pero en sus entrevistas, que las habrá mientras goza de sus vacaciones, se establecerán parámetros, lineamientos y otras cuestiones directamente ligadas a la acción de gobierno”.

Macri se toma vacaciones hasta el 8 de enero, pero no se descarta que puede estirarla tres o cuatro días más. En este sentido, se habla de “un gran acto en el sur”, pero no se ha establecido en qué lugar. La síntesis de todo esto es lo que dijo alguien: “Todo está marcado en la agenda, las decisiones finales las toma el Presidente”.

Ah, además de su esposa y de su hija Antonia, el descanso puede ser interrumpido por algunos ministros, que ya tienen temas para ir a verlo. Por ejemplo, Prat Gay, Patricia Bullrich y Frigerio.

Breves y sabrosas

De todo un poco. Como siempre este espacio ofrece lo que puede ser y lo que no. Como todo vale. Aquí vamos: A) “Le gusta a punto”, dijo el mozo cuando le sirvió la hamburguesa a Macri. Fue en Olivos, cuando el jueves sorprendió a todos entrando con su esposa al local recién inaugurado. “Se comió dos”, agregó.

B) Cuando iban a entrar les dijeron “no”. Fue en Olivos,en el instante en que los sindicalistas saludaban al Presidente. El argumento fue “el Presidente no tiene voz para el discurso”. Sin embargo, lo que, dicen, cortó toda presencia periodística en el ágape fue la versión que circulaba en esos momentos sobre la renuncia de Lino Barañao, por el conflicto con los científicos. Esta última es más aceptable.

C) Un verdadero luchador: Carlos Regazzoni. Es el máximo del PAMI. A veces las cosas son difíciles y no salen como uno quisiera. El otro día brindó con los jubilados. Estuvo Macri, quien lo elogió, pero más a los ancianos que sufren siempre y no dicen nada.

D) Primero con cierto susto. Después se acomodó a las circunstancias y sonrió ante todos: nos referimos a Antonia, la hija de Macri, en el Patio de las Palmeras, cuando su padre les dio una copa a los empleados.

E) De un viejo laburante de la Rosada: “El gobierno acordó con la CGT el tema de las Ganancias. Los sindicalistas y sus gremios son sin duda la columna vertebral del peronismo”. Cerró: “Los políticos que se dicen peronistas sólo sirven para cambiarse de camiseta y nunca solucionan nada”. Duro el hombre y con conocimiento de causa. Continuará.

No ocultar nada

En estos días de brindis, todo el mundo oficial habla. Algunos sienten lo que dicen, otros también, pero lo hacen con largos discursos. Los menos son directos, como el caso de Gustavo Posse, intendente de San Isidro y hombre que siempre acepta el diálogo periodístico.

Su padre hacía lo mismo. Don Gustavo, fue jefe de la comuna durante muchos años, que se granjeó el cariño no sólo de los suyos, los radicales, sino del peronismo, que en aquella época era adversario de las circunstancias. El otro día, Gustavo recordó a su viejo y puso su manifiesta sinceridad al decir que “el país es de todos y tenemos la responsabilidad de sumarnos para la solución de los problemas”.

Un colega y amigo de “Crónica”, Eduardo Campilongo, nos trajo el mensaje porque el joven intendente es seguidor de este diario. Feliz Navidad para todos. Hasta el lunes.