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El presidente de Almagro, Julián Romeo, exigió este viernes la renuncia del titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Juan Manuel Lugones, por considerar que "tiene un récord muy triste" con los sucesivos hechos vandálicos ocurridos en los estadios desde que asumió la dirección del organismo.

"Lugones ha cumplido un ciclo, es hora que dé un paso al costado y asuma gente capacitada", cuestionó el dirigente después de los graves incidentes ocurridos ayer en el estadio de su club, donde el jugador Franco Quiroz resultó herido en su cabeza por una bala de goma cuando buscaba interceder en un enfrentamiento entre hinchas y policías.

Romeo consideró que los disturbios sucedidos en el partido con Atlético de Paraná reflejan que "el Estado está ausente" en el fútbol y que los dirigentes "son abandonados a su propia suerte" en la relación con los barras.

El presidente de Almagro se molestó por los dichos de Lugones sobre una supuesta connivencia de la Comisión Directiva de esa entidad con los violentos y le endilgó la responsabilidad absoluta por los incidentes que motivaron la suspensión del partido la 19na. fecha de la Primera B Nacional.

"Es muy triste que Lugones haga ese tipo de acusación en lugar de apoyar a un dirigente como yo, que tiene más de una denuncia presentada con los barras. Lugones debería realizar una profunda evaluación de su gestión en la Aprevide y se dará cuenta de que es el funcionario con mayor cantidad de directivos, técnicos y jugadores amenazados y hasta renunciados", criticó en diálogo con el canal C5N.

Entendió que la violencia en el estadio de la localidad bonaerense de José Ingenieros "se podría haber evitado si la policía hubiera enviado la cantidad de efectivos" que Almagro había pagado para conformar el operativo de seguridad.

"Habíamos contratado 100 y contamos 28. Le pregunté al jefe de operativo y me respondió que estaban los 100 pero después me acerqué a la gente de la Aprevide para manifestarle mi preocupación y corroboramos juntos que había 28 agentes", relató.

Romeo calificó esa situación como "una estafa, una inmoralidad y hasta algo criminal" a la luz de los episodios sucedidos después, que a su criterio pudieron ser "una tragedia" si la bala de goma impactaba en el ojo de Quiroz.

El dirigente identificó que los incidentes comenzaron a gestarse cuando la policía le negó el ingreso al estadio a un grupo de barras que no tenía carnet de socio ni entradas. "Al no estar la cantidad de efectivos suficientes para sacarlos de la periferia, esos hinchas se quedaron en las afueras de la cancha y se filtraron saltando un paredón anexo", apuntó el presidente.

"Cuando llegaron a la tribuna, ese mismo grupo quiso ir a atacar a los dirigentes de Atlético de Paraná que estaban en un sector contiguo, la policía no los pudo contener, comenzó a disparar balas de goma y una de ellas lastimó a Quiroz, que se había acercado al alambrado para internar calmar la situación", resumió.

"Esto es un problema endémico del fútbol argentino. Como no los dejaron entrar a la cancha, iniciaron los incidentes después a modo de represalia. La barra es una organización criminal, para ellos todo lo que rodea al fútbol es un negocio. Nuestra relación con ella es tensa, no queremos convivir con los violentos y no vamos a detenernos hasta poder cambiar la situación", prometió.

Así fue la cobertura de Crónica TV