El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el líder cubano Fidel Castro fue “un brutal dictador” que “oprimió a su pueblo” y prometió hacer todo lo posible para que Cuba pueda iniciar su camino hacia “la prosperidad y la libertad”.

Trump acusó a Castro de haber dejado un “legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos fundamentales”, en un comunicado emitido por su oficina de transición sobre la muerte del líder cubano. 

"Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, mi esperanza es que hoy marque un alejamiento de los horrores soportados durante demasiado tiempo y hacia un futuro en el que el maravilloso pueblo cubano finalmente viva en la libertad que tanto merece”, agrega la nota.

A pesar de que “las tragedias, muertes y dolor causadas por Fidel Castro no pueden ser borradas, nuestro gobierno hará todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad”, prometió el magnate inmobiliario, que asumirá la presidencia en enero próximo. 

Horas antes de emitir el comunicado, Trump había celebrado en su cuenta de Twitter el fallecimiento del comandante con una escueta frase: “¡Fidel Castro está muerto!”, escribió.

Durante la campaña presidencial, el empresario inmobiliario prometió “dar marcha atrás” a las “concesiones” brindadas a Cuba por el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aunque los expertos ven poco probable que se detenga el deshielo iniciado a fines de 2014.

Trump, quien siempre tuvo la intención de abrir un hotel en Cuba, fue el único candidato de las primarias republicanas que defendió la apertura hacia la isla; sin embargo, cuando tuvo que ir tras los votos de la comunidad cubano estadounidense, asentada en el estado de Florida, dio un giro brusco en sus ideas. 

En un discurso ante la comunidad cubana de Florida les prometió “revocar” las medidas ejecutivas de Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaure “las libertades en la isla”.

Sin embargo, algunos analistas consultados por la agencia de noticias EFE, consideran que Trump podría cambiar esa postura debido a la presión de los empresarios que aguardan ansiosos por hacer negocios en Cuba.