Por Matías Resano
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En la localidad bonaerense de José C. Paz, un adolescente salvó su vida de milagro, luego de ser atacado salvajemente por una patota, que lo interceptó con fines de robo, cuando se retiraba de una cancha de fútbol. Sin embargo, luego de apoderarse de sus pertenencias, los delincuentes lo atacaron a patadas sin piedad, cuando la víctima se hallaba indefensa, en el suelo.

El joven perdió la conciencia tras recibir un puntapie en su cabeza, razón por la cual, los malvivientes se dieron a la fuga y hasta el momento no han sido detenidos, profundizando la angustia del muchacho y de sus familiares que teme cruzarse con los atacantes.

En la tarde del martes 18 de octubre, Luis, de 13 años, concurrió a su habitual partido de fútbol semanal con sus amigos pero en aquella ocasión el campo de juego era otro, se ubicaba a diez cuadras de su casa, en avenida Altube al 3200 de José C. Paz. Cuando el partido finalizó, a las 16, los jóvenes se retiraron del lugar y él esperó, junto a un amigo y al papá de éste, quien debía trasladarlo a su casa. Pero en ese momento, sorpresivamente “aparece por atrás un grupo de seis pibes, que mi hermano no conocía, ni siquiera les había dicho alguna palabra”, relató a “Crónica”, Cristian, ser querido del adolescente.

Al tomar cuenta del acecho de los desconocidos, los chicos, que minutos antes jugaban a la pelota, comenzaron a recorrer pero el adolescente cuando intentó hacer lo mismo fue alcanzado por la espalda por uno de los agresores, quien inmediatamente lo arrojó al piso.

Al reducirlo, le extrajeron su par de zapatillas y su teléfono celular pero no satisfechos con ello, uno de los atacantes retomó sus pasos y le asestó una patada en la cara, que dejó inconsciente a la víctima. Un instante que fue registrado por las cámaras de seguridad del establecimiento deportivo, cuyas imágenes son por demás escalofriantes, al reflejar la saña de los delincuentes y el estado indefenso del adolescente.

Al respecto, su mamá, Vanesa, remarcó que “fue innecesario lo que le hicieron porque ya le habían robado. Por eso creo que si tenían un arma lo mataban”.

Al advertir que su presa no reaccionaba, los malhechores escaparon y entonces el dueño del complejo de canchas de fútbol, salió en persecución de ellos, atrapando a dos, quienes rápidamente fueron socorridos por sus familiares. No obstante, el hombre y sus amigos asistieron al joven herido hasta su trasladado a un hospital cercano, donde finalmente recuperó el conocimiento.

A más de una semana, mientras se recupera de una lesión importante en su maxilar, Luis no puede dejar atrás el infierno padecido, una angustia que se agrava con la impunidad de quienes lo sometieron, porque hasta el momento no han sido detenidos, principalmente por ser menores de edad.