"Demuestrenme que quieren jugar en Boca. Acá nadie tiene el puesto ganado", dijo Carlos Bianchi en la última arenga antes del partido amistoso ante Quilmes ayer, en el que su equipo se impuso por 1 a 0 con gol de Martínez.

El entrenador quedó preocupado por el nivel mostrado en el encuentro ante Huracán que marcó la eliminación de la Copa Argentina, y la pérdida de la primera posibilidad de clasificar a la Copa Libertadores 2015, el gran objetivo del Xeneize este semestre.

En la última semana de entrenamiento, Bianchi realizó cambios en el equipo titular dejando en claro que nadie tiene el puesto asegurado y además enfatizó en el hecho en que deben demostrar en todos los entrenamientos para jugar el domingo.

El DT en la previa del amistoso con Quilmes, tuvo una charla con todo el plantel en la que recordó concepto del juego, cuestiones a tener en cuenta en cada partido y también remarcó que tiene que ganarse un puesto.

En ese sentido, retó a los centrales -Forlín y Magallán- a que estén atentos en los pelotazos frontales, le pidió a Gago que sea el generador de juego y tengo mayor verticalidad, y pidió transiciones rápidas por las bandas.

Con esa receta Boca venció a Quilmes, en un partido a puertas cerradas, pero que según publicó Olé los testigos reconocieron que el Xeneize justificó su victoria. El domingo comenzará el certamen ante Newell's en la Bombonera.