The New York Times comenzó la catarata de denuncias al publicar el testimonio de dos mujeres, Jessica Leeds y Rachel Crooks.

Leeds, una empresaria que ahora tiene 74 años, contó al diario que hace tres décadas el magnate y ella viajaban juntos en la primera clase de un avión y, después de despegar, él se sacó el cinturón, se abalanzó sobre ella “como un pulpo”, le tocó los senos e intentó meter la mano debajo de su pollera.

Crooks, por su parte, recordó cómo en 2005, cuando tenía 22 años y trabajaba como recepcionista en una inmobiliaria en la Trump Tower de Nueva York, se encontró con el magnate frente a un ascensor del edificio, lo saludó y cuando las puertas se cerraron él se le tiró encima y la besó en la boca.

"Fue tan fuera de lugar. Estaba tan enojada porque él pensó que yo era tan insignificante que podía hacer algo así”, contó la joven.

El diario le pidió a Trump una réplica y él se limitó a decir que “nada de eso sucedió”.

Tercer caso

The Palm Beach Post, de Florida, publicó que Mindy McGillivray, una asistente de un fotógrafo que trabajaba en su hotel Mar-a-Lago, denunció que el magnate la manoseó detrás del escenario durante un concierto de Ray Charles en 2003.
Según relató, Trump la agredió detrás del escenario, a sólo metros de donde su entonces prometida y actual esposa, Melania, lo esperaba, sentada en el público.

El cuarto, una periodista

La periodista de la revista People, Natasha Stoynoff, fue a entrevistar al empresario y a su esposa, Melania, que estaba “muy embarazada”, en el hotel Mar-a-Lago, según recordó la mujer en un artículo publicado en el mismo semanario. Según Stoynoff, el magnate la llevó a una habitación del Mar-a-Lago, la encerró y la besó sin su consentimiento. “Me empujó contra la pared y metió su lengua hasta mi garganta”, contó la periodista.

Dos reinas de belleza

La cadena de noticias NBC publicó también este jueves la historia de la ex miss Utah, Taggart McDowell. Tenía 21 años cuando en 1997 participó del concurso Miss Universo que organizaba el magnate y, según recordó aún con bronca y vergüenza, Trump se abalanzó sobre ella y la besó en los labios.
"Tengo una hija ahora y realmente es muy duro porque pienso en que mi pequeña hija va a salir a un mundo en donde hay hombres que piensan así”, destacó, con los ojos llenos de lágrimas.

Miss Washignton 2013, Cassandra Searles, denunció en su página de Facebook: Trump “me agarraba constantemente la cola y me invitaba a su habitación de hotel”, según reprodujo el portal de noticias Yahoo News.

A la defensiva, ¿su última carta?

La lluvia de denuncias provocó una airada desmentida del candidato conservador, quien durante un acto en la ciudad de West Palm Beach, en el estado de Florida, calificó a las acusaciones como “total y completamente falsas” y un “ataque feroz y coordinado” de la prensa masiva y la campaña de su rival demócrata, Hillary Clinton.

Visiblemente enojado y frente a una multitud que le celebró cada una de sus amenazas y promesas, el magnate inmobiliario sostuvo que su candidatura a la Casa Blanca representa una “amenaza existencial al establishment político” de Estados Unidos y, por eso, argumentó, este sector de poder quiere boicotearlo utilizando a los medios de comunicación, según la cadena de noticias CNN.

"Las calumnias e injurias que fueron lanzadas contra mí anoche por la maquinaria de Clinton y The New York Times y otros medios fue parte de un ataque perverso, acordado y coordinado”, denunció Trump, quien amenazó con llevar al reconocido diario neoyorquino ante la Justicia si no se retracta.

Michelle Obama

En medio de la ola de denuncias, la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, dio uno de los discursos más encendidos contra Trump y su trato con las mujeres. "No puedo creer que estoy diciendo que un candidato a presidente de Estados Unidos se jactó de atacar sexualmente a mujeres”, sentenció y pidió a todos los ciudadanos que digan “basta” a este “intolerable” trato.

"Puedo decir que los hombres en mi vida no hablan así sobre las mujeres y sé que mi familia no es una excepción”, dijo tajante la primera dama en un acto a favor de Clinton en Manchester, New Hampshire.