Un hombre fue detenido en un albergue transitorio de la ciudad de La Banda de Santiago del Estero donde unos días antes habría abusado sexualmente de una mucama que lo reconoció cuando entraba nuevamente al motel y dio aviso a la Policía.

Con ribetes extraños, además de detalles no muy claros y contradictorios, la fiscalía a cargo de Alicia Falcione investiga el supuesto ataque sexual contra una empleada de 35 años en el interior de un albergue transitorio de la ruta 51.

Según la denuncia de la mujer, el hombre, un asiduo cliente del lugar, llegó sólo y pidió una habitación “para descansar”, pero cuando fue a cobrarle el turno el hombre la violó, hecho que es investigada por la Unidad de Abusos Sexuales de La Banda.

Si bien la denuncia fue radicada el pasado viernes, el final de la historia se conoció en las últimas horas.

Fuentes dignas de confianza revelaron al diario El Liberal que la víctima manifestó que el día viernes en horas de la noche, un sujeto mayor de 40 años se presentó en el hotel alojamiento y solicitó una habitación “para descansar”.

Hasta ese momento nada le extraño a la mucama, quien rápidamente se acercó a la ventanilla de la habitación para entregarle las toallas al acusado y cobrarle la habitación.

Cuando la empleada abrió la ventanilla notó que el cliente no estaba para recibir los elementos de higiene y según la denuncia, el hombre abrió la puerta que separa las habitaciones del lugar donde los empleados realizan la recorrida para cumplir con el servicio.

El hombre le pidió que enviara a la habitación una masajista pero cuando la asombrada mujer le respondió que no contaban con ese servicio el hombre la tomó por la fuerza y la obligó a ingresar a la habitación.

Según la denuncia, el hombre la tiró sobre la cama, le bajó los pantalones y la accedió en forma carnal.

La empleada le suplicó que la dejara ir, amenazándolo con que en el lugar había cámaras de seguridad y todo iba a quedar registrado.

Ante la advertencia, el acusado cesó el ataque y la mucama pudo huir.

Por vergüenza, la mujer no le contó nada a sus compañeros, pero se presentó en la Policía para efectuar la denuncia.

El episodio no terminó allí, ya que el domingo, el acusado regresó nuevamente al motel, aunque en esta oportunidad acompañado por una joven, evidenciando un importante estado de ebriedad.

La mucama se sintió amenazada por la presencia de su agresor y no dudó en llamar a la policía.

Enseguida, tomó intervención la fiscal Falcione, quien ordenó que la policía aprehenda al acusado.

Cuando los uniformados llegaron al motel pidieron la autorización del dueño para ingresar a la habitación donde estaba el acusado junto a su acompañante.

Al ver a los efectivos el hombre se atrincheró en el baño de la habitación, pero finalmente fue reducido y alojado en la Seccional 14. Al detenido, se le secuestraron 45.000 pesos que no supo justificar.

Los investigadores analizan las cámaras de seguridad para determinar cómo sucedieron los hechos.

Por su parte la víctima será examinada por un médico forense y además será entrevistada por el cuerpo de psicólogos.