El viento que sopló a su favor en el primer tiempo le permitió a San Lorenzo golear a Banfield por 4 a 1 para meterse en octavos de final de la Copa Sudamericana. Sin embargo, terminó accediendo a esa clasificación por el milagroso vuelo final del ’Cóndor’ Sebastián Torrico para contenerle un tiro penal al uruguayo Santiago Silva que determinaba la eliminación del equipo ’azulgrana’.

San Lorenzo golpeó de entrada y parecía que todo estaba resuelto en los 10 minutos iniciales, pero este ’Ciclón’ sopló menos durante el segundo tiempo que el viento que “nació en el Nuevo Gasómetro”, según el ’Bambino’ Héctor Veira y que castigó al ’Taladro’ en la etapa inicial y al dueño de casa en el epílogo.
Es que dos tantos de Nicolás Blandi que sucedieron a la apertura de Matías Caruzzo colocaron a San Lorenzo tres goles arriba, justo lo que necesitaba después del 0-2 en cancha de Banfield.

Estas conquistas que contaron con la ’inestimable colaboración’ del arquero correntino Hilario Navarro pusieron la cuestión en entredicho con apenas 600 segundos de juego. No obstante, a Banfield solamente le bastaba con descontar para meterse otra vez en zona de clasificación a octavos de final, y como el 0-3 lo conducía directamente a la eliminación el albiverde se decidió a atacar, aún a despecho del cauteloso planteo de su entrenador, Julio Falcioni, que salió a defenderse a tal punto que hasta dejó en el banco a Brian Sarmiento, el héroe del partido de ida con un golazo de tiro libre.

Entonces empezó a apretar Banfield a San Lorenzo y desnudarle todas sus debilidades, con Walter Erviti como abanderado futbolístico y Juan Manuel Cobo empujando desde el coraje.
San Lorenzo lucía atribulado y su última línea no paraba de equivocarse hasta que finalmente Alexis Soto logró el tanto que clasificaba nuevamente a Banfield y dejaba al local fuera de carrera. En vez de insistir con esa fórmula y buscar un segundo tanto que obligaba a San Lorenzo a convertir cinco para pasar, otra vez el ’Taladro’ retrocedió, pero marcó mal en el fondo y un pase magistral de Néstor Ortigoza completó un golazo con la posterior chilena de Martín Cauteruccio.

El 4 a 1 con que se cerró inmediatamente el primer tiempo y abrió el segundo igualmente seguía dejando a Banfield en una posición relativamente cómoda, ya que otro gol volvía a ponerlo dentro de los octavos de final, algo por lo que fue con denuedo recién después de superada la primera mitad de esta segunda etapa.

Ya con Sarmiento en la cancha otra vez el ’Taladro’ terminó metiendo al ’Cuervo’ dentro de su área, generando así opciones claras como un remate en el palo izquierdo, una clara falta penal cometida por Caruzzo y, por fin, otra de Emmanuel Mas a Sarmiento que ahora sí el árbitro brasileño Wilton Sampaio sancionó.

Y fue entonces cuando los duendes del destino empezaron a jugar para San Lorenzo con nombres propios de uruguayos. El encargado de la ejecución fue Santiago Silva, también sobre el final como en aquella semifinal de Copa Libertadores 2011 jugando él por Vélez ante el Peñarol que dirigía justamente Diego Aguirre. Y como entonces, el ’Pelado’ volvió a fallar, aunque en aquella ocasión remató sobre el travesaño restando 15 minutos cuando el marcador de 2-1 lo dejaba afuera y esta vez su disparo ’cantado’ a la derecha de Sebastián Torrico fue contenido por el arquero a tres del epílogo.

Paternidad

También así se estiró la paternidad de Aguirre sobre Falcioni, ya que en 1987 el entonces delantero de Peñarol ’ajustició’ a ’Pelusa’ en el último suspiro del encuentro desempate de la final de la Libertadores que consagró a los uruguayos ante América de Cali, el equipo colombiano para el que atajaba el hoy técnico banfileño. Las ’brujas’ llegaron esta noche al Bajo Flores. Las trajo el viento.