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Cuando todavía dura la polémica por el caso de Lino Villar Cataldo, el médico justiciero paraguayo que le quitó la vida a un asaltante en la localidad bonaerense de San Martín, surgió otro justiciero: un comerciante que mató de un tiro a un joven delincuente que le puso un arma en la cabeza a su esposa cuando intentó asaltarlo en su minimercado del barrio Los Pinares de Mar del Plata. El hombre resultó herido de bala, y ayer fue dado de alta, pero, al igual que en el caso de Villar Cataldo, familiares del abatido también lo amenazaron de muerte.

El fiscal Fernando Castro, que interviene en la causa y se hizo presente en el lugar de los hechos, dispuso ayer, a pesar de que la causa está caratulada "homicidio agravado por uso de arma de fuego", que quedará en libertad pues todo demuestra que actuó en legítima defensa propia y de su familia.

Daniel Oscar Lenzi Simaz, de 57 años, se llama el comerciante justiciero, que fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y, luego de intervenirlo quirúrgicamente, fue dado de alta, y la justicia resolvió ponerle custodia policial, ya que la familia del delincuente abatido, en el mismo lugar de los hechos, prometió venganza. El agresor fue identificado como Claudio Marcelo Dusinski, de 19 años, apodado "Cototo".

El hecho ocurrió en un minimercado situado en el cruce de las calles Ortega y Gasset y Falkner, de Mar del Plata, cuando "Cototo", que vivía a pocas cuadras del lugar, ingresó al comercio y, bajo amenazas de muerte, comenzó a pedir la plata de la caja.

Acto seguido, el delincuente agarró a la mujer del comerciante, apuntándole a la cabeza y diciéndole que la iba a matar mientras que se movía por el local. Entonces, Lenzi Simaz tomó su pistola, que la había comprado para defensa, pues le habían robado varias veces, y "Cototo" le disparó , a su vez, Lenzi le dio un tiro en la cara, lo que le produjo la muerte.

Fuentes de la investigación indicaron que el comerciante fue herido en la espalda, a la altura de un omóplato, con orificio de salida. Los peritos encontraron en el local al menos seis vainas servidas y secuestraron las armas involucradas. "Vamos a esperar a que se analicen todas las pruebas, como las cámaras de seguridad y el testimonio de los testigos para determinar si se trató de legítima defensa o no", afirmó el fiscal Fernando Castro.

Por su parte, el abogado del comerciante, Martín Ferra, dijo que la familia del comerciante está muy shockeada y que está seguro de que actuó en legítima defensa. "Dejemos en claro que el delincuente entró armado al comercio, que en todo momento amenazó con matarlos y que en un momento el delincuente agarró a la esposa del comerciante, le apuntó a la cabeza y amenazó con matarla", agregó Castro.