La violencia no para en los boliches. En esta ocasión, un joven de 26 años, identificado como John, recibió una terrible golpiza a la salida de un local bailable, por parte de un grupo de rugbiers que lo desafiaron y terminaron agrediéndolo "a traición", luego de que la víctima se negara a pelear, según denunciaron amigos de la víctima.

John fue internado y se encuentra en terapia intensiva, aunque evolucionando favorablemente. Sufrió una fractura de cráneo y un edema menor en el cerebro. El martes le realizaron una tomografía y los médicos evaluarán este miércoles si autorizan su pase a sala normal. Anteriormente había sido observado por tres facultativos en el Hospital Italiano.

Si bien se conoció ayer, el hecho se produjo el sábado pasado a la salida del boliche House, en San Isidro. John había ido a bailar con un grupo de amigos y cuando se estaban yendo, uno de los rugbiers le pegó un golpe a mano abierta. Al ver lo que pasó, uno de los amigos de John intentó hacer que el agresor se retracte, pero para evitar inconvenientes, terminaron yéndose del lugar.

Sin embargo, al darse media vuelta, otro de los rugbiers voñvió a tener la misma reacción para uno de los amigos de John, por lo que éstos se dirigieron a la seguridad del lugar pidiendo ayuda. Sin embargo, les dijeron que se vayan del boliche y que no molesten.

Sin tregua
Afuera, el grupo de rugbiers fueron en busca de John y sus amigos. Fue allí donde sucedió todo. Cuando parte del grupo que estaba con el agredido escapaba para que no les pegaran, se dieron cuenta que faltaba su amigo. Al regresar, lo encontraron inconsciente en el piso. A John le pegaron "a traición", según describieron fuentes que estuvieron presentes en el lugar. El golpe lo derribó, de manera que impactó su cabeza contra los adoquines.

Los rugbiers que cometieron la agresión pertenecen al club Olivos Rugby Club, mientras que John, quien juega al fútbol en el Club Defensores de Olivos, recibió un mensaje de aliento por parte de sus amigos que, según ellos, quisieron hacer la denuncia en la comisaría Nº1, de San Isidro, pero no se la tomaron.