INTERNACIONALES
1 de diciembre de 2015
El papa Francisco advierte que el mundo está "al borde de un suicidio"
El Pontífice afirmó estar preocupado por el cambio climático e instó a los líderes que se reúnen en la cumbre de París (COP21) a alcanzar un acuerdo porque, en su opinión, es "ahora o nunca"
"No estoy seguro, pero puedo decir que es ahora o nunca más. La primera cumbre creo que fue en Tokio y se ha hecho poco. Cada año los problemas son más graves", dijo el Papa durante el vuelo que lo llevó de regreso a Roma de su viaje a África, según informa La Stampa.
El Pontífice afirmó tener "confianza en estas personas, para que hagan algo". "Espero que sea así y rezo por ello", concluyó Jorge Bergoglio, muy precupado sobre esta cuestión, que lo ha llevado a publicar la encíclica "Laudato Sì", dedicada enteramente al medio ambiente.
París acoge desde este lunes una cumbre sobre el cambio climático en la que, durante once días, se buscará un acuerdo que frene el calentamiento global y sustituya al Protocolo de Kioto de 1997.
Francisco se ha comprometido mucho en la lucha contra el cambio climático. En la primavera (boreal) pasada, consagró una importante encíclica en la que subrayó lo que la degradación climática provoca en la vida de los más pobres, al producir contaminación, catástrofes naturales, enfermedades, guerras y migraciones.
Para remediarlo, el papa Francisco aboga por una forma de desacelerar el crecimiento económico y una revolución energética, abandonando por completo las de origen fósil.
En varias ocasiones ha reclamado que la COP21 desemboque en un acuerdo que obligue a los países más ricos a ayudar técnica y financieramente a los más pobres para poder concretar esta revolución ecológica.
La Santa Sede estuvo representada en la inauguración de la COP21 por el cardenal Pietro Parolin, número dos del Vaticano, quien abandonó la delegación pontificia en África para viajar a París.
A esta cumbre, bajo la presidencia de Francia, asisten jefes de Estado o de Gobierno de 195 países, entre ellos los socios de la Unión Europea (UE), que buscarán un acuerdo global sobre el cambio climático para que la temperatura del planeta no aumente más de 2 grados a finales de siglo (frente a los 2,7 grados que implicarían las contribuciones actuales).