Desbarataron una red de reventa de entradas liderada por policías que debían combatir ese tipo de delitos
Se realizaron tres allanamientos en los que secuestraron sumas importantes de dinero en moneda local y extranjera, dispositivos electrónicos, carnets de socios de distintos clubes y actas contravencionales
>El 15 de octubre del año pasado la Selección
Al otro día, la pareja después de meditar mucho la situación porque temían una réplica, decidieron denunciar el hecho en la comisaría vecinal 13 y después ante recibir una respuesta que consideraban no muy adecuada, concurrieron a la oficina de Transparencia y Control del Ministerio de Seguridad de la Ciudad. Ahí se pusieron a trabajar y se inició primero una causa por robo y abuso en la Justicia porteña que llevaba adelante la fiscalía 5 de la ciudad pero que después pasó al juzgado de instrucción criminal 15 a cargo de la doctora Karina Zucconi. Que decidió investigar todo y descubrió que la red de reventa era organizada al menos por estos dos policías que presuntamente manejaban sitios ilegales para negociar los tickets y citaban gente en los días previos de los distintos partidos importantes del fútbol local y de la selección argentina, actuando siempre del mismo modo: un civil cómplice hacía las veces de revendedor y cuando se concretaba la operación aparecían ellos y confiscaban todo porque la reventa es ilegal, pero en vez de denunciar a la Justicia se quedaban con el dinero. Que semana a semana generaba un botín gigantesco.Con trabajo de campo, filmaciones y escuchas, la Justicia determinó la identidad de al menos estos dos oficiales, siguió su accionar durante los partidos de este comienzo de año y este mediodía decidió actuar: se ordenaron tres allanamientos, uno en la división Conductas Delictivas de la Ciudad, los que tienen a cargo los operativos del fútbol, y dos en los domicilios de los policías, uno en un barrio del Sur de CABA y el otro en el partido de Lanús, en el Gran Buenos Aires. Y en los procedimientos se llevaron más de una sorpresa: no sólo había un número importante de dinero tanto en moneda local como extranjera sino dispositivos electrónicos donde presuntamente hacían las operaciones de reventa y sobre todo una buena cantidad de credenciales de socios de distintos clubes, la mayoría de Boca Juniors, que estaban a nombre de terceros y también actas contravencionales parcialmente completadas.Para la Justicia, estos dos últimos hallazgos abonan la teoría del accionar delictual: se supone que los carnets eran alquilados cada vez que el equipo Xeneize juega como titular, una modalidad habitual también en La Doce, y que con los nombres que estaban en las actas después presuntamente negociaban que no ingresaran al derecho de admisión a cambio de un pago, generando otra fuente importante de ingresos.La situación generó un escándalo en la Policía de la Ciudad porque justamente oficiales que están en la división que tienen que combatir a los barras y la reventa, estaban haciendo todo lo contrario. No es la primera vez, de cualquier manera, que sucede esta connivencia. Años atrás fue condenado por ejemplo el comisario Enrique Meta, que estaba al frente de la repartición que tenía jurisdicción sobre la Bombonera, por enriquecimiento ilícito del cual se probó que buena parte provenía de negocios con La Doce.