24 de enero de 2025
“Fui uno de los que mató a Cabezas”: uno de los sobrinos del fotógrafo tuvo un indignante encuentro con uno de los asesinos

Gladys Cabezas, hermana del reportero gráfico asesinado el 25 de enero de 1997 en General Madariaga, contó el inesperado diálogo de uno de sus hijos con Horacio Braga, miembro de la banda de Los Horneros que fue condenado por el crimen
Y luego contó lo ocurrido “hace 15, 20 días”, cuando uno de los sobrinos de José Luis Cabezas “fue a un recital en Baradero y fue a comprar un choripán”.
- Si, yo tengo acá la parrilla esta, de choripanes. Estoy en toda la provincia de Buenos Aires. Yo estuve detenido, fui uno de los que mató a Cabezas.
- Uy, loco, qué sé yo.
“Mi hijo quedó perplejo, como quedaron ustedes y yo cuando me enteré, y se fue al recital. Al recital no lo pudo disfrutar. Se puso a pensar: ‘este tipo fue el que mató a mi tío, fue el que cagó a mi familia’”, reveló Gladys.“Era Braga, uno de los asesinos, de Los Horneros. Ese Braga fue el que cuando estuvo borracho contó que había matado a Cabezas, y por eso lo agarraron. Para ellos es un triunfo”, exclamó la hermana del fotógrafo asesinado.
Y concluyó: “Si en este país hubiera condenas ejemplares, nadie mata a nadie. Porque acá matar es gratis, y encima te jactás que mataste, como una anécdota”.En El autor de los disparos, según determinó la Justicia, fue el por entonces oficial de policía Gustavo Prellezo, quien había sido el segundo en jefe de la comisaría de Pinamar hasta unos meses antes. En el juicio también se demostró que Alfredo Yabrán, quien estaba molesto por unas fotografías que le había sacado Cabezas, le pidió a su jefe de seguridad, Gregorio Ríos, que lo ayudara a pasar un verano tranquilo, no como el anterior, en el que fue fotografiado en la playa. Y le indicó que coordine esa orden con Prellezo, con quien el empresario ya había estado reunido en sus oficinas. Todo fue descubierto gracias a que para la investigación se utilizó por primera vez el Sistema Excalibur de entrecruzamiento de llamadas, que permitió demostrar la numerosa cantidad de comunicaciones telefónicas entre las partes involucradas.