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1 de diciembre de 2024

Qué representa para la seguridad de la OTAN el misil Oreshnik con capacidad nuclear de Vladimir Putin

El uso del misil por parte del jefe del Kremlin contra Ucrania envía una poderosa señal sobre su intención de debilitar a la Alianza Atlántica y doblegar la arquitectura de seguridad europea a la voluntad de Rusia

>Tras el lanzamiento por En su señalización nuclear más agresiva desde que invadió Ucrania, el presidente Vladimir Putin ha ensalzado repetidamente el misil en declaraciones públicas, afirmando que la OTAN no tiene forma de interceptarlo y advirtiendo de que Moscú podría utilizarlo contra los “centros de toma de decisiones” de Kiev. El misil tiene capacidad nuclear, pero por ahora, dice Putin, irá armado con múltiples cabezas convencionales.

“Creemos que tenemos derecho a utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permitan que sus armas se utilicen contra nuestras instalaciones”, advirtió Putin en un discurso pronunciado el 21 de noviembre, en el que anunció el ataque con Oreshnik contra un fabricante aeroespacial en Dnipro (Ucrania).

Pero la amenaza de Putin, claramente dirigida a Europa, llega en un momento crítico, con Estados Unidos en transición política y Europa temerosa de la admiración del presidente electo Donald Trump por el líder ruso y de hasta qué punto podría reducir el compromiso de Washington con la OTAN. Mientras tanto, Rusia no deja de ganar terreno en el este de Ucrania, intensificando la presión sobre las fuerzas de Kiev mientras Putin descarta cualquier compromiso para poner fin a la guerra.

Según los analistas, el Oreshnik -que significa “avellano”- representa una amenaza directa y potencialmente devastadora para Europa, aunque esté armado convencionalmente.

Es lo que algunos expertos occidentales en armamento consideran el pistoletazo de salida de una nueva carrera armamentística europea que podría durar décadas y consumir miles de millones de dólares en los países de la OTAN y en Rusia, donde Moscú ya invierte cerca del 40% de su presupuesto en fuerzas militares y de seguridad.

La semana pasada, Putin también rebajó formalmente el umbral de Rusia para el uso de armas nucleares, en un movimiento que ya se había presagiado hace meses, pero programado para expresar su descontento por el uso por parte de Ucrania de misiles ATACMS y Storm Shadow franco-británicos contra Rusia.

La anterior doctrina nuclear de Rusia establecía que podría utilizar armas nucleares contra un ataque convencional que amenazara su propia existencia. Esa redacción fue sustituida por una referencia a ataques que supusieran una “amenaza crítica” para la soberanía o la integridad territorial rusa o bielorrusa, así como una disposición según la cual Moscú podría lanzar un ataque nuclear contra una potencia no nuclear -como Ucrania- que esté utilizando las armas de una potencia nuclear -como Estados Unidos-.

En una reunión celebrada el 22 de noviembre entre Putin y altos jefes militares y de seguridad, Sergei Karakayev, comandante de las fuerzas de misiles estratégicos de Rusia, dijo que el Oreshnik “puede alcanzar objetivos en toda Europa” y que un ataque masivo “sería comparable al uso de armas nucleares.”

Decker Eveleth, analista del think tank de seguridad CNA, con sede en Arlington, Virginia, dijo que Rusia podría destruir bases aéreas y objetivos militares en una amplia zona de Europa con sólo unos pocos Oreshniks armados convencionalmente, y que la capacidad nuclear del arma conlleva una impactante amenaza nuclear.

En la reunión con los jefes de seguridad, Putin sonrió mientras elogiaba el misil, jactándose de que nadie más en el mundo tiene un arma así y prometiendo premios estatales a los desarrolladores. Su mensaje era claro: Rusia tiene una ventaja significativa sobre Europa en capacidades de ataque con misiles, en un momento en que el futuro apoyo de Trump a la OTAN está en duda.

>La redactora jefe de RT, Margarita Simonyan, dijo en el mismo programa que Rusia necesita aterrorizar a Europa con el impacto real de la guerra. “Hasta que no vean el puño volando hacia su hocico, no pararán”, dijo.

>Pero algunos dudan de la voluntad de la OTAN de disuadir a Rusia, ya que Moscú trata de explotar las divisiones entre Estados, cortejando al húngaro Viktor Orban, que ha adoptado una postura incondicionalmente favorable al Kremlin.

“No creo que los planes de Moscú sean realmente hacer una guerra nuclear. El arma sigue siendo el miedo. Es, ante todo, guerra psicológica, y creo que tiene bastante éxito. Esta propaganda funciona”, afirmó. “Es esencialmente un malentendido sobre cómo tratar con Vladimir Putin”.

“No quiere dividir Ucrania. Quiere dividir el mundo. Quiere su propia esfera de influencia en la que nadie, incluido Estados Unidos, pueda entrar sin su permiso. No sé por qué los estadounidenses no lo ven, porque si hacen un trato con Putin, le entregarán esta victoria”.

> >Aunque Europa despierte a la necesidad de protegerse y disuadir a Rusia, aún no puede igualar a Putin, que ha orientado la mayor parte de la economía rusa a la guerra y la producción de armas, dijo.

© 2024, The Washington Post.

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