3 de septiembre de 2023
Para el consultor Riorda, los votantes de Milei "no están en contra del Estado"
En charla con Télam, el politólogo evaluó la actualidad tras las PASO. Sobre el fenómeno de la hiperpersonalización de los candidatos, Riorda señaló: "El 80% de los mensajes electorales están destinados a potenciar la imagen de los liderazgos de turno y sus propios atributos personales. Solo el 20% están destinados a propuestas electorales".
El experto en comunicación política Mario Riorda planteó que los votantes del candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, "de ninguna manera están en contra del Estado", y alertó que las campañas electorales en la actualidad "cada vez legitiman menos" a quien resulta ganador de las elecciones.
El consultor, nacido en Córdoba y un insistente defensor de la necesidad de un mayor federalismo en la Argentina, lanzó a finales de julio pasado el documental Paren un poco, en el que analiza los cambios en la comunicación política de los últimos treinta años y advierte sobre las consecuencias de esas transformaciones.
En esta entrevista con Télam, el politólogo -quien además es investigador y docente- evaluó el escenario electoral que irrumpió con las primarias del 13 de agosto, para lo cual recuperó conceptos e ideas planteados en su filme.
Allí advierte sobre el fenómeno de la hiperpersonalización de los candidatos y señala: "El 80% de los mensajes electorales están destinados a potenciar la imagen de los liderazgos de turno y sus propios atributos personales. Solamente un 20 por ciento están destinados a propuestas electorales".
Para el investigador, el resultado electoral de las PASO constituye "una evidencia empírica" de la hiperpersonalización desplegada a partir de la figura de Milei porque en las últimas elecciones salió primera "una persona que carece de estructura partidaria".
Otra de las características de las campañas electorales, que recupera el cortometraje de Riorda, es la tendencia a la "tribalización", que supone la organización de grupos con intereses comunes, casi siempre alrededor de un líder.
Al referirse a este punto, Riorda amplió que el paso siguiente a la tribalización es la aparición de "posturas políticas que se dedican a estigmatizar a otros grupos de personas, particularmente adversarios, desde dinámicas contra-identitarias".
Agregó que esas prácticas se sostienen a partir de la lógica de la "autocelebración", que se combina con una actitud "políticamente incorrecta" que "choca contra las normas del consenso social" y "contra límites moralmente aceptables".
Para el docente, el ascenso de expresiones políticas de ultraderecha a nivel global es beneficiado "claramente" por ese fenómeno contra-identitario, y en el caso de Milei esta lógica se plantea "bajo la demanda de libertad como oposición a ciertas instituciones que ya no dan abasto, particularmente el Estado".
Sin embargo, acotó Riorda, para los votantes que optaron por el candidato de LLA "el Estado no es mal valorado" sino que, en todo caso, "es mal valorado porque no da abasto con muchísimas cosas".
Sobre esa demanda, profundizó en base a estudios de opinión pública realizados recientemente: "La mayoría en Argentina, y en particular la mitad de los votantes de Milei, de ninguna manera están en contra del Estado. Eso más allá de que la propuesta de Milei reclama mucha más libertad y desregulación".
En esa línea, y al analizar la composición del electorado de LLA, el especialista concluyó que salvo los electores que apoyan a Milei por sus medidas económicas y aquellos que lo hacen por sus propuestas de seguridad, "en el resto hay un interesante nivel de contradicción".
"La mitad de los votantes de Milei no apoyan un montón de medidas que tienen que ver con la reducción del Estado en términos de servicios básicos, como salud y educación".
Más allá de eso, Riorda sostuvo que, incluso en desacuerdo con ciertas definiciones, quienes eligen al economista como postulante a la Presidencia "son muy racionales en su hartazgo" y "dejan firme el voto a Milei". Sobre este punto, el analista recordó la tesis que proviene de una rama de la neuropolítica según la cual está "bastante probado" que "el votante no es puramente emotivo ni puramente racional" sino que "es ambas cosas".
Sin embargo, como el propio Riorda explica en el filme al citar el libro El cerebro político, del estadounidense Drew Westen: "Si hay colisión entre razón y emoción, prima la emocionalidad".
A partir de todas estas lógicas, que se repiten en las campañas electorales de la actualidad y que son analizadas en el documental Paren un poco, Riorda arriesgó una hipótesis sobre la figura del candidato libertario: "Milei es el clima de época", dijo.
En relación con esto, el consultor en comunicación analizó también lo que llama "discurso popularizante", que en su filme aparece a modo de parodia con la interpretación de una actriz que representa a una candidata. En la ficción, esa postulante -al igual que Milei recientemente- niega el cambio climático.
"El discurso popularizante tiene el propósito de expandirse ilimitadamente sin pretensión de verdad y con arrogancia. No importa saber o no saber", amplía el consultor en el documental.
Y agrega que ese discurso se caracteriza por ser "dogmático", por lo que discutirlo sería caer en un acto de "herejía"; además, ese tipo de mensajes "vive de la polémica" e incluso "depende" de las controversias para su propia circulación.
También, el académico envió una advertencia al sector de la población que "se enoja" con los votantes que en las PASO eligieron al candidato ultraliberal y que replica "con cierta impotencia" al buscar contrarrestar el "discurso polarizante, polemizante, arrogante, carente de verdad o, apenas verosímil, que tiene Milei".
"En general -alertó Riorda-, eso termina solidificando y generando firmeza" (en la conexión con Milei por parte de esos electores).
Frente al discurso popularizante, el investigador sugirió "apelar a la interpelación" que se caracteriza por ofrecer un "debate tranquilo, racional" y recurrir "a la calma, a la consideración de un argumento, independientemente de que eso implique o no la chance de romper la firmeza" en la elección individual de esa persona.
Por último, al responder por la elección del futuro jefe de Estado en octubre o en el hipotético balotaje de noviembre, Riorda advirtió que "ganar no es garantía de nada" porque "las campañas electorales cada vez legitiman menos a quien gana".
"Hoy son precarios los consensos, como son fuertes los niveles de diferenciación y radicalización, pero también son fuertes las caídas incluso de quienes ganan y luego empiezan a caer en la consideración pública", vaticinó en alusión a procesos electorales que tuvieron lugar en los últimos años en países de la región.