5 de agosto de 2022
Un ciudadano chileno relató su secuestro en el juicio de la megacausa Zona V
Luis Alberto Devia Devia, de nacionalidad chilena, contó las alternativas del secuestro que sufrió en marzo de 1976, ante el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca, que retomó este jueves, tras la feria judicial de invierno, el debate de la megacausa de lesa humanidad de la Zona V, en la cual se encuentran imputadas 37 personas por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar.
"Vi un operativo con autos de civil y cuando subo al segundo piso de un hospedaje, me agarran y me tiran contra la pared. Me sacaron, me metieron en un auto, eran personas de civil, gente joven de 30 a 40 años, no les vi la cara", detalló Devia Devia en uno de los pasajes de su declaración.
Durante el relato sostuvo que "aparecí unos días después en un asiento de madera, me empezaron a preguntar si era extremista, que sabían muchas cuestiones de mí, yo me reía porque era mentira lo que estaban diciendo".
"Lo que vi era que la silla era de madera, paredes blancas, no se a donde me llevaron. El techo era bastante alto", relató en la audiencia a cargo del Tribunal integrado por los jueces Ernesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido.
En el marco de la causa se encuentran imputados integrantes del Ejército Argentino, Policía Federal, Bonaerense y del Servicio Penitenciario, entre otros, en perjuicio de 334 víctimas.
"Yo participaba en algunas marchas, ellos me decían que incluso tenían fotografías", dijo sobre los interrogatorios y que "casi nunca los vi, por ahí el pantalón gastado, eran de civil. Incluso jugaron a la ruleta rusa conmigo en ese momento, me ponían la pistola del lado izquierdo y me decían te salvaste", agregó el declarante.
"No recuerdo cuantos días estuve, aparecí en una comisaría de la calle Roca", expresó al indicar que había sido de noche en un vehículo y que se había encontrado con otras personas que vivían en el mismo hospedaje.
"En la comisaría habremos estado un día o dos", sostuvo al indicar que "cuando me liberaron lo único que le dijeron a mi novia era que no le convenía, que me dejara y que me vaya de país".
Sobre los días posteriores dijo que "mi vida fue mal, al poco tiempo me echaron del trabajo, estaba efectivo, tuve que empezar a remar de vuelta, después se fue olvidando y agradezco que se pueda saber en la verdad este tema".
"Siempre me quedé a vivir en la Argentina, nunca me quise exilar, tengo seis hijos acá, me va a quedar esa bronca de porqué", puntualizó el testigo.
Por su parte y de forma virtual, otro de los testimonios fue desde Huinca Renancó, Córdoba, de José Alberto Beltramini, quien dijo estaba estudiando en la Universidad del Sur y que fue secuestrado el 1 de marzo de 1976 en una residencia estudiantil donde "aparecen varios militares, de verde, me colocan una capucha para ingresar a un Ford Falcon a un lugar en el que yo pisaba gramilla, en un lugar de descampado".
El testigo dijo que en dicho lugar "me dieron puñetazos en el rostro, en la cabeza, en el vientre" en el marco de un interrogatorio.
Luego sostuvo que "me hacen subir a un vehículo, empezaron a dar muchas vueltas y terminé en una especie de galpón oscuro" donde entre otras torturas sufrió "el llamado submarino líquido, me sumergieron entre dos y tragar agua".
Después relató que "vino lo peor, submarino seco, colocaron doble capucha acordonado al cuello, se me complicó la cosa, tirado en un catre duro, boca abajo".
"En algún momento creo que empecé a gritar, me estaba asfixiando, vino un guardia, me dio un golpe de culata con un fusil en la cabeza", recordó.
"Horas después fui trasladado a un especie de parrilla, era un catre de alambre, donde me colocaron dos electrodos en un costado en la cabeza y empezaron las descargas eléctricas", expresó.
El testigo relató que "después me hicieron tragar agua, que expulsaba por la nariz" y el tercer día "decidieron dejarme en libertad, no si antes firmar un papel que decía que no había recibido malos tratos por parte del Ejército y fui trasladado después de dar muchas vueltas el 3 de marzo de 1976 en el parque de Mayo, a seis cuadras de la residencia estudiantil".
"Estaba golpeado, malherido y recibí asistencia del centro médico de la Universidad Nacional del Sur", agregó el testigo.
Beltramini dijo también que supuso que durante su cautiverio estuvo alojado en el centro clandestino de detención conocido como "La Escuelita" en el V Cuerpo del Ejército.
"Pensé en la escuelita, estaba cerca de nuestra residencia estudiantil, supongo que fui destinado a ese lugar porque oía pasar trenes, el mugido de animales pastando en el lugar, descampado", expresó al indicar que "estaba en el V Cuerpo del Ejército de Bahía Blanca".
"Entraban y salían vehículos, oída el lamento de otros, esas fueron las referencia que me hicieron pensar en la escuelita", agregó al señalar que producto de lo sucedido "quede afectado, perdí la capacidad de concentración y con trastornos neurológicos".