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21 de septiembre de 2021

Dos hermanas relataron su cautiverio en "El Infierno" durante la última dictadura militar

Silvia y Claudia Gorban reclamaron al Presidente del TOF 1 Ricardo Basilisco, que "nunca más se repita eso, ni acá ni en el mundo, que nunca más una primavera le sea arrebatada a un joven. Por favor, haga justicia".

Silvia Gorban estuvo secuestrada junto a su hermana en noviembre y diciembre de 1976. Su testimonio fue vía zoom.Silvia Gorban estuvo secuestrada junto a su hermana en noviembre y diciembre de 1976. Su testimonio fue vía zoom.
Dos hermanas relataron su cautiverio en el centro clandestino "El Infierno" que funcionó en la Brigada de Lanús durante la última dictadura militar y reclamaron "justicia para que nunca más vuelvan a pasar estas cosas en nuestro país".

Se trata de Silvia y Claudia Gorban, quienes estuvieron secuestradas en noviembre y diciembre de 1976, y declararon este martes ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que desde octubre último juzga a 17 represores, entre ellos Miguel Etchecolatz, por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra casi 500 víctimas alojadas en los centros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y "El Infierno".

El relato de las hermanas
Silvia contó su secuestro en noviembre de 1976, cuando estaba embarazada de 7 meses y una patota de 25-30 personas irrumpieron en su departamento de Lomas de Zamora donde vivía.

De allí, encapuchada y con las manos atadas atrás, fue trasladada, junto a su esposo, al centro clandestino de "El Infierno" que funcionó en la Brigada de Lanús, en Avellaneda.

"Nos pusieron en un calabozo de 2 por 2 metros. Una sola vez nos sacaron al baño, había que orinar ahí, y otros detenidos nos decían que había que arrastrar el orín hacia afuera del calabozo, imagínense que estando embarazada eso era una situación fea", detalló.

Recordó que "nos ponían en una cama de hierro y nos interrogaban" y que "no hubo alimento de ningún tipo" durante su cautiverio, de apenas dos días ya que a quien pretendían secuestrar era a su hermana Claudia, ellos fueron tomados casi como rehenes mientras la buscaban.

Contó que meses antes de su secuestro, su esposo había sido detenido cuando regresaba del trabajo y le hallaron un portafolio con su carnet de afiliado al Partido Comunista y el manual del Che Guevara, oportunidad en que se dirigieron a un destacamento militar para saber su paradero y fueron recibidos por Federico Minicucci, uno de los imputados de este juicio.

"A mi marido sí lo torturaron....pero son cosas que 40 años después cuesta traerlas a la memoria", dijo sollozando.

Silvia reclamó que "ojalá este juicio llegue a buen fin y se haga justicia, por los que no están y los que aún extrañamos, para que nunca vuelva a suceder esto en nuestro país".

Claudio recordó que en su adolescencia, su padre le dijo que "nunca olvidara que era judía y que por ser judíos mis bisabuelos murieron en los campos de concentración nazis".Claudio recordó que en su adolescencia, su padre le dijo que "nunca olvidara que era judía y que por ser judíos mis bisabuelos murieron en los campos de concentración nazis".
Luego declaró Claudia Gorban, hermana de Silvia, quien trabajaba en la Oficina Comercial de la Embajada de Cuba en Argentina, tarea que, comentó, "me honró y me honra, haber podido aportar a la revolución cubana".

La mujer también fue llevada a "El Infierno", donde padeció la hambruna y las condiciones de hacinamiento y sufrió los interrogatorios.

Relató cuando en una oportunidad le permitieron bañarse y debió permitir que un oficial "le enjabonara la espalda".

"Me miraba y me tocaba; me miraba y me tocaba", dijo Claudia.

Ambas mujeres recordaron que su madre, Myriam Gorban también fue secuestrada en enero de 1978, en el hospital Güemes donde trabajaba como nutricionista.

"Quiero agradecer a los organismos de derechos humanos, a todos los que han hecho posible que estemos hoy acá, y en particular hoy que además es el Día de la Primavera, primavera que les fue arrebatada a tantos jóvenes, es el Día Internacional de la Paz. Quiero agradecer y abrazar especialmente a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, por ser ejemplo de que se puede llegar con paz a estos juicios que siempre soñamos", dijo con emoción.

Recordó que en su adolescencia, su padre le dijo que "nunca olvidara que era judía y que por ser judíos mis bisabuelos murieron en los campos de concentración nazis".

"De la misma manera que mis padre me dijo que no me olvide que por ser judía mis bisabuelos fueron cremados en los campos de concentración hoy les pido a mis hijos y sobrinos que no se olviden que estuvieron los campos nazis y tuvimos campos de concentración en Argentina, por eso le pido ese certificado (de asistencia a esta audiencia), para darles ese testimonio de este juicio", pidió.

Finalmente, dirigiéndose al Presidente del TOF 1, Ricardo Basilisco le reclamó que "nunca más se repita eso, ni acá ni en el mundo, que nunca más una primavera le sea arrebatada a un joven. Por favor, haga justicia".

Los imputados
El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Berges y a los imputados Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.

También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.

Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como "El Infierno" también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Angel Ferreyro.

Por los crímenes en el Pozo de Banfield y Quilmes, dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, están siendo juzgados los delitos sufridos por 429 víctimas y se prevé que declaren unos 400 testigos.

Por los delitos cometidos contra 62 víctimas en el centro conocido como "El Infierno", que funcionó en la Brigada Lanús, también es juzgado Etchecolatz, el civil Jaime Smart, el ex represor Juan Miguel Wolk (también juzgado por ambos Pozos) y el ex policía Miguel Angel Ferreyro.

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