Cinco estudiantes resultaron heridos este miércoles durante un choque entre manifestantes y la policía chavista en los alrededores de la Universidad de los Andes en la ciudad de Mérida.

Varias decenas de universitarios realizaron una protesta callejera en rechazo por la muerte del menor Kluiberth Roa, quien la víspera recibió en la cabeza el impacto de una canica de vidrio disparada con una escopeta, munición conocida como metra, en San Cristóbal, capital del estado de Táchira.

La protesta degeneró en enfrentamientos entre manifestantes que quemaron llantas y lanzaron piedras contra decenas de policías del estado Mérida, que respondieron con balas de goma.

Un corresponsal del diario El Nacional informó que los hechos se produjeron esta tarde en la Facultad de Derecho, donde hubo tres lesionados. Posteriormente, dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales también fueron reportados como heridos por armas de fuego.

Bomberos auxiliaron y trasladaron a los heridos para que recibieran atención médica. Se esperan los informes médicos que precisen si fueron heridos con balas o metras.

   

En Caracas, varias decenas de personas, en su mayoría mujeres vestidas con camisas blancas, se concentraron el miércoles frente a la Nunciatura Apostólica, al norte de la capital, para manifestarse contra la violencia y rechazar el asesinato de Roa, de 14 años, durante una protesta contra el gobierno.

Al grito de "justicia" y entre carteles en los que se leía "Venezuela es el primer país exportador de ángeles al cielo", los manifestantes se reunieron frente a la sede diplomática del Vaticano para pedirle al papa Francisco que medie en la crisis venezolana.

En tanto, el presidente Nicolás Maduro pidió en una cadena de radio y televisión a las fuerzas militares y policiales estar en "máxima alerta" ante informaciones de que desde Colombia "están tratando de infiltrar a un grupo de paramilitares" para generar violencia en los estados fronterizos de Zulia, Táchira y Apure.

Durante la primera mitad de 2014 se registraron en Caracas, San Cristóbal y otras ciudades manifestaciones contra la inflación, el desabastecimiento de productos básicos y la creciente delincuencia que dejaron 43 fallecidos, 878 lesionados y varios centenares de detenidos.

A un año de esas manifestaciones, Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica por una desbordada inflación que cerró el año anterior pasado en un 68,5%. Además, el desabastecimiento ha recrudecido y los analistas estiman que la recesión podría agudizarse por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.